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Jornadas de invierno en Can Piella

Los ocupantes de la masía, en Montcada i Reixac, se enfrentan a una nueva orden de desalojo

La masía de Can Piella se enfrenta de nuevo a una orden de desalojo. El pasado octubre el Juzgado de Cerdanyola del Vallés inició el proceso para desalojar la finca situada en el municipio Montcada i Reixac, pero quedó paralizado por las movilizaciones sociales en defensa de este espacio. Finalmente la Audiencia Provincial de Barcelona ha desestimado el recurso presentado por los vecinos. El pasado jueves los Mossos d’Esquadra acudieron a la masía para informar a los miembros de la asociación de que les daban un plazo de cinco días para desalojarla de manera voluntaria.

Pero una vez más la asociación que da vida a Can Piella desde el año 2009, coordinada por unas 40 personas de edades comprendidas entre los 20 y los 65 años y en la que hay inscritos más de 2.000 socios, no se rinde. Como protesta ante el posible desalojo han decidido intensificar su programación de actividades sociales con las Jornadas de Invierno Incubando Alternativas, en las que desde hoy y hasta el domingo harán talleres de pan, depuración de agua o estampación, de trabajos en la huerta, de debates, charlas o actuaciones musicales. “Construimos más ante esta situación injusta, intensificamos las actividades que normalmente hacemos”, cuenta Oleguer Llimós, uno de los miembros de la asociación. Además lamenta que la orden de desalojo haya llegado ahora porque “estábamos viviendo un momento muy bonito, con muchas iniciativas. Estamos construyendo una casita de madera como se hacía antaño, con encajes, ha comenzado un curso de iniciación a la horticultura que ha tenido muy buena acogida, otro de plantas medicinales… Esperemos que podamos seguir y que no nos echen de aquí”.

De momento el colectivo de Can Piella cuenta con el apoyo de dos de los ayuntamientos de los municipios más cercanos, La Llagosta y Santa Perpetua. Sus alcaldes ya han pedido conjuntamente al juez la suspensión del desalojo y el archivo del caso. El problema es que la masía pertenece a Montcada i Reixac, cuya alcaldesa todavía no se ha pronunciado ante el juez. La asociación muestra en todo momento su intención de llegar a un acuerdo a través del diálogo con el Grupo Alcaraz, propietario de la masía que reclama su derecho al uso de la propiedad.

Bárbara Moret, otra de las integrantes de Can Piella, cuenta que para ellos todo lo que hacen es “una reivindicación de que hay otra manera de funcionar, de buscar soluciones para construir otra cosa. Salir a manifestarse está genial pero si se complementa con actividades, la protesta se demuestra mejor”. A través de su página web han impulsado la campaña oiga.me para que quien quiera pueda firmar a favor de Can Piella. Además han creado un manifiesto para las entidades que se quieran adherir al proyecto. Su compañero Oleguer asegura que no van a parar y que en caso de ser desalojados “continuaremos reivindicando estas ideas y a ser posible en otro lugar de Montcada, porque aquí hemos creado algo muy bonito, entre ciudad y campo, una ventana a otra forma de funcionar y eso no lo queremos perder”.

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