El Sónar traslada a la Fira su actividad diurna con el reto de reinventarse

El traslado de sus actividades diurnas del Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB ) a la Fira de Montjuïc, en la plaza de Espanya , adelantado ayer por EL PAÍS, es la gran novedad de la nueva edición del festival Sónar, que celebra su 20 aniversario. El Sónar de Noche continuará como hasta ahora en la Fira Gran Via de l’Hospitalet. En la programación, con 130 artistas, destacan dos “referentes históricos” como son Kraftwerk y Pet Shop Boys, así como nombres señeros del panorama actual creativo de EE UU como Diplo o Skrillex, “oscuros y experimentales” como Raime, Objekt y Fatima Al Qadri (que mezcla vanguardia y folclore árabe) y viejos amigos que no podían estar ausentes de la fiesta de cumpleaños: Matthew Herbert Laurent Garnier. Dos de los directores del festival, Ricard Robles y Enric Palau –el tercero, Sergi Caballero se encuentra rodando la que será su segunda película-, han presentado esta mañana la edición en una rueda de prensa que el Robles ha comparado por lo multitudinaria con una sesión en el Sónar Village.

El acto, que ha contado con la presencia de Jaume Badia, subdirector del CCCB –donde el Sónar ha estado 19 años-, ha comenzado con la proyección de la imagen del festival de este año, obra como es habitual de Caballero, y que consiste en unas animadoras que bailan al son de Strings of Life de Derrick May, componiendo los nombres de Sónar y Barcelona con sus pompones. “No hemos podido impedir que Sergio les pusiera barba a las cherleaders”, ha señalado Palau. “El aniversario nos ofrecía la posibilidad de repensar el festival y eso hemos hecho”, han señalado los directores. “Hace un año que le damos vueltas al cambio de ubicación del Sónar Día, para abrir un nuevo capítulo de la historia del festival. No ha sido tanto una necesidad como una decisión muy meditada, nada banal y desde luego no forzada”.

Los codirectores han recalcado la libertad con que la han tomado la decisión y que ha sido compartida con los equipamientos e instituciones involucrados. La nueva ubicación, que demuestra, han dicho, “el carácter pionero de Sónar en la reinvención de espacios públicos”, “despierta nuevos inputs y nuevas ideas”. Algunos artistas de Sónar Noche podrán pasar a Sónar Día. Palau ha admitido que tanto ellos como el público “pasaremos mucho tiempo comparando” el CCCB con la nueva sede diurna y que el cambio supondrá la pérdida de algunas cosas. Pero ha considerado que hacerlo evita el “estancamiento”.

La ocupación de los nuevos espacios en la Fira de Montjuïc, con el epicentro en el Palau de Congressos, se está diseñando aún y será progresiva. “Seguramente habrá cosas que no acertaremos a la primera, pero acabaremos encontrando el uso óptimo”. Esos espacios en todo caso permiten a los organizadores “dejar volar la imaginación”. En principio se mantiene la estructura del Sónar Día reubicada. Con el espacio central, el Village, en la plaza del Universo, que será “el pulmón del festival” (habrá que ver cómo se defiende allí al público del calor). Se va a ganar en aforo, aunque los directores han subrayado que ese no es el objetivo principal, sino la novedad, la comodidad y la mejora de circulación entre espacios.

Por otro lado, se mejora notablemente la comunicación entre el Sónar Día y el Sónar Noche. Palau ha destacado que el festival en su nueva localización diurna mantiene su condición de festival urbano, ocupa otra parte central de la ciudad y, aunque deja el barrio del Raval, interactúa “con otros cuatro grandes barrios de la ciudad como son Sans-Montjuïc, Eixample, Sant Antoni y Poble Sec”. Han considerado que el Sónar “refuerza su centralidad en la ciudad”. Asimismo, aunque deja el CCCB y el vecino Museo de Arte Contemporáneo (Macba), se plantea mantener sinergias con otros grandes equipamientos culturales de la ciudad como son el Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), la Fundación Miró y Caixaforum. Como era previsible no ha mencionado el Museo de Arqueología pero más raro ha sido que no se refiriera a los equipamientos escénicos muy cerquita : el Teatre Lliure y el Mercat de les Flors.

La nueva ubicación, han destacado, permite al Sónar conectar con una tradición emprendedora de la ciudad que es la de las ferias internacionales y la Exposición Universal. “Es un gran espacio de intercambio internacional y de negocios al que ahora aportaremos nuestro carácter particular, y un nuevo uso cultural”, han apuntado, olvidando que allí se celebra ya los salones del comic y el manga.

Entre las novedades, la creación del Sónar+D, que potencia la relación entre creatividad, tecnología, innovación y negocio y es fruto de la colaboración con Mobile World Capital Barcelona. En cuanto a la antigua ubicación, los directores y el subdirector del CCCB no descartaron que se mantenga alguna actividad Sónar en el Raval. Jaume Badia ha apuntado que no hay nada en concreto pero que al CCCB le gustaría mantener algo del festival, que figura, ha dicho, en su ADN. Sin embargo, no ha dejado de destacar los beneficios de la marcha del Sónar del Raval para los vecinos que se quejaban del ruido y para los usuarios habituales del CCCB. Ha añadido que la salida del festival permitirá acometer nuevos retos al CCCB, luchar contra la “esclerosis” del éxito habitual, y dar opciones a otros colectivos que como el Sónar también han de tener, ha recalcado, su oportunidad. En todo caso, los responsables de Sónar no se ponen nostálgicos y destacan las enormes posibilidades del salto de ubicación. El festival contará con un presupuesto aún no cerrado pero algo superior al del año pasado, que fue de 4.600.000 euros.