_
_
_
_
_
música

La revolución de los arcos

La Fundación Juan March celebra los 150 años de la Asociación de Cuartetos de Madrid con tres conciertos de cuerda y el estreno absoluto de una pieza del compositor Conrado del Campo

El Cuartero Quiroga, que estará en la Fundación Juan March junto al pianista internacional Javier Perianes.
El Cuartero Quiroga, que estará en la Fundación Juan March junto al pianista internacional Javier Perianes.JOSEP MOLINA

La democracia llegó a la música española en 1863. Un grupo de melómanos cuestionó lo establecido y llevó los conciertos al espacio público, lo que hasta entonces solo era un ritual propio de los salones de la gente adinerada. Así nació la Sociedad de Cuartetos de Madrid, pionera y atrevida, de cuya fundación se cumplen ahora 150 años. Tras dar ellos el primer paso, asociaciones que promovían la música sinfónica o camerística empezaron a brotar por toda la geografía española. Para celebrarlo, la Fundación Juan March propone tres conciertos de cuartetos de cuerda con los que recuperar el espíritu de aquella asociación que abrió la puerta a la música clásica en nuestro país.

La Sociedad de Cuartetos de Madrid —que desapareció 30 años después de su fundación— no solo quiso llevar la música de cámara al público general, sino también potenciar la creación de obras específicas para esta formación en España. Sin perder de vista esos ideales, abre las conmemoraciones el Cuarteto Bretón el próximo miércoles con un estreno absoluto: El Cuarteto de Cuerda número 8, del compositor español Conrado del Campo.

“En 2002, leí que Tomás Marco decía que los cuartetos de Conrado del Campo eran la mejor colección para esta formación de la historia de la música española. Me fui a los archivos y, después de mucho esfuerzo para encontrar los manuscritos, conseguimos el permiso exclusivo de los herederos para interpretarlos”, explica John Stokes, violonchelista del conjunto. Define su música como equivalente a “un Brahms supermaduro y un Schönberg de la etapa de Noche transfigurada”.

Cuando se habla de estreno absoluto, se dice con rigor. El octavo cuarteto de Del Campo nunca llegó a estrenarse, aunque se terminó hace justo un siglo. Que se sepa solo se interpretó su primer movimiento en París, pero nunca entero, y sus páginas nunca pasaron por una editorial. “Es penoso lo que ha pasado en España con sus compositores: se les ha olvidado y es casi imposible encontrar su música en una tienda”, explica Stokes. También recuperan los cuartetos de Bretón, el compositor que da nombre a su conjunto. “Del Campo y Bretón quisieron hacer una escuela de música española, pero con una línea muy intelectual con ligeros matices de folclore”, explica Stokes, y por eso en el cuarteto que estrenan hay destellos de “jota, rapsodias y algo de Mahler y de la monumentalidad de Wagner”.

En las próximas semanas pasarán también por la fundación el Cuarteto Quiroga, junto al pianista internacional Javier Perianes, y el Cuarteto Arriaga. El primero recuperará obras de Granados y Adalid, y el segundo, piezas de Chapí y Debussy.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_