Un muerto y dos heridos en una explosión en una nave industrial en Ferrol
En el lugar del suceso trabajan los bomberos, agentes de la Policía Local y Nacional y Protección Civil
La violenta explosión en un laboratorio de bioresinas que estaba en pruebas se cobró ayer la vida de un trabajador de 35 años que murió calcinado mientras probaba los equipos. Las llamas alcanzaron a otro empleado, de 32 años, que tiene quemaduras importantes en el 25% de su cuerpo y a una mujer de 42, que pasaba por la calle cuando la planta estalló lanzando por los aires las chapas de la cubierta y otros materiales. La explosión se produjo a las 12:30 en una nave industrial que la empresa Sitagreen (Sistema de Tratamiento Integral de Agua) estaba acondicionando en Catabois para investigar y producir bioresinas combinadas con ozono. La compañía explica que se trata de un proyecto piloto de I+D+i en fase de pruebas y que “desconoce” las causas del siniestro. El laboratorio estaba a medio montar y la nave funcionaba con luz y agua de obra, sin equipos ni medidas de seguridad, apuntan fuentes de la investigación.
Fue un cúmulo de circunstancias que se combinaron en un cóctel fatal, explicó el jefe de bomberos . Un generador eléctrico se quedó sin gasoil y cuando repusieron el combustible ya se había sobrecalentado. Eso, sumado a que en la empresa había varios productos inflamables y un tanque de oxígeno líquido, provocó una reacción química que generó una atmósfera explosiva que apenas necesitó chispa para estallar.
Carbonizado
La explosión fue tan brusca y sonora que sacudió los negocios de la zona. La sacudida se notó en las consultas del hospital Arquitecto Marcide, a pocos metros de distancia, a donde trasladaron de inmediato los dos heridos. El hombre fue derivado a la unidad de quemados del CHUAC coruñés. La estructura de la nave está muy afectada y de la cubierta solo quedó en pie un esqueleto de vigas. El cadáver apareció en un extremo de la planta. Los investigadores creen que el joven fue zarandeado por la onda expansiva, se quitó parte de la ropa en llamas y dio varios pasos antes de morir carbonizado. Los bomberos pasaron parte de la jornada retirando las chapas sueltas de la cubierta en una calle acordonada. El juez de guardia autorizó el levantamiento del cadáver y funcionarios de la Policía Judicial y de la Inspección de Trabajo recorrieron la nave para tratar de aclarar las causas de la explosión y las circunstancias laborales en las que se produjo.
