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Castro se perfila como sucesor de Diego Valderas para liderar Izquierda Unida

El portavoz parlamentario “no ve” que un consejero pueda ser coordinador

Lourdes Lucio
Diego Valderas (a la izquierda) y José Antonio Castro, en el Forum Europa celebrado el pasado mes de junio.
Diego Valderas (a la izquierda) y José Antonio Castro, en el Forum Europa celebrado el pasado mes de junio.JULIÁN ROJAS

Las sucesiones en las organizaciones políticas no son procesos pacíficos. Los cambios de liderazgos terminan por provocar terremotos internos en los partidos, bien desde el primer momento —como ha ocurrido en el PP tras la salida de Javier Arenas y la llegada de Juan Ignacio Zoido—; o con efecto retardado —como pasó en el PSOE con la marcha de Manuel Chaves y la elección de José Antonio Griñán—. Tras el PSOE y el PP, le toca ahora a Izquierda Unida decidir quién sustituye al que ha sido su coordinador general en los últimos 12 años.

Los estatutos de la federación de izquierdas fijan en tres mandatos el tiempo máximo al frente de la coordinación general. El también vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, ya ha consumido ese tiempo y aunque ha sondeado si tenía apoyos para forzar los estatutos y sumar un cuarto mandato, el variopinto universo de fuerzas políticas que integran Izquierda Unida no está por la labor. Es decir, Valderas no tiene un ejército de dirigentes dispuesto a forzar la máquina, a no ser que se quiera correr el riesgo de dañar la propia máquina. La idea de que es necesaria la renovación es una opinión muy mayoritaria en la tercera fuerza política de Andalucía.

Valderas admitió el pasado lunes que daba un paso atrás. Desde entonces va diciendo a quien lo quiera oír que “no va a ser un tapón”. Despejada de manera definitiva esa incógnita —aunque hay en IU quien todavía la contempla—, el coordinador de IU se va a volcar en coser apoyos de aquí y de allá, sobre todo del Partido Comunista de Andalucía, la fuerza hegemónica de IU, para cerrar filas en torno al portavoz del grupo parlamentario, José Antonio Castro. Este sevillano de 38 años y diputado por Málaga se perfila como el nuevo coordinador, según aseguran varios dirigentes.

Pero lo primero que tienen que hacer Valderas y José Luis Centella, el poderoso secretario general del PCE, es convencer a Castro de que presente su candidatura en la asamblea que se celebrará en el mes de junio, rodeado de un equipo dedicado de lleno a lograr el crecimiento de la organización. Este cónclave estaba previsto entre marzo y abril y el hecho de que se haya pospuesto para el verano implica ganar tiempo para amarrar un amplio apoyo en torno al portavoz. Este ha pasado de autodescartarse para el puesto a guardar un prudencial silencio. “Mi cambio de posición”, explica Castro, “se debe al compromiso que hemos alcanzado de evitar un debate nominalista”.

El portavoz señala que a estas alturas del proceso asambleario “lo único claro” es que va a haber renovación y que Valderas “por mucho que quiera dedicarse a su familia, va a ser parte fundamental del equipo dirigente”.

La solución que algunos desean para evitar la temida bicefalia es que Valderas tenga un cargo interno de postín como coordinador de la presidencia ejecutiva de IU, una solución que ya se buscó en IU federal para sortear la convivencia entre Gaspar Llamazares y Francisco Frutos.

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La importancia de la asamblea próxima radica en que IU forma parte del Gobierno andaluz y que el vicepresidente Valderas dejará de ser la voz única de la coalición. En la última reunión del Consejo Andaluz, Felipe Alcaraz —que no tiene ningún cargo ejecutivo pero que sigue teniendo una enorme influencia en el PCA que lideró durante 21 años—, apostó claramente por la bicefalia, donde la organización conserve su voz propia y la institución, otra.

Esta tesis descartaría como posible aspirante a liderar IU a la consejera de Fomento, Elena Cortés. De hecho, Castro afirma que “no ve” que un consejero del Gobierno andaluz pueda ser coordinador general.

El candidato de la mayoría tiene que dar por hecho que la CUT presentará una candidatura alternativa, como anuncia su responsable institucional, José Antonio Mesa. La CUT aboga por la salida de IU del Gobierno, pero en ese trayecto no tiene muchos aliados. El propio comité central del PCA, del pasado 27 de enero, establece como objetivo de la asamblea andaluza no si se van a o no del Gobierno: “La pregunta fundamental en esta fase, la que debe guiar el debate, es cómo gobernar”, dice el informe político aprobado.

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