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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Qué gran idea, señor Wert

"La emigración por necesidades laborales no deja de ser una tradición que creíamos perdida"

Qué gran idea la del ministro Wert cuando señala que se debería de inculcar a los jóvenes universitarios a la hora de elegir sus estudios “a que no piensen solo en estudiar lo que les apetece o a seguir las tradiciones familiares a la hora de escoger itinerario académico, sino a que piensen en términos de necesidades y de su posible empleabilidad".

Lo cierto es que dado que el paro afecta ya al 55% de los jóvenes que buscan trabajo en nuestro país, dada la escasez de empleo y, aún más, de empleo medianamente digno para jóvenes bien preparados, la idea de Wert no merece sino el elogio al diagnóstico certero y a la solución más ajustada.

¿Por qué diablos un chico o chica que termina el bachillerato decide continuar estudios cuando bien podría pensar en servir a “necesidades” y acceder a un empleo del universo de la “empleabilidad” sin mayores problemas?... Y, en todo caso, si por una de esas decide acceder a la Universidad… ¿qué apetencias extrañas y claramente desviadas o rancias tradiciones familiares le lleva a entrar en el mundo de las ciencias humanas, sociales o artísticas…?... ¿No sería mucho mejor –sería lo más lógico- que estudiara algo, no sé, una carrerita que respondiera a “las necesidades” y, sobre todo, un titulito que permitiera entrar por la puerta grande al mundo de “la empleabilidad”?

Es cierto que Wert no ha dado las claves –o al menos no se han hecho públicas- de cuáles son esos estudios universitarios que nuestros jóvenes deberían de elegir bajo la bandera que responden a “necesidades” y directamente conectan con la “empleabilidad”, a menos, claro, que se refiera a las necesidades de otros países y empleabilidad en otros lugares del mundo… y ahí quizás el señor Wert comete un error al rechazar las llamadas “tradiciones familiares”, recuerde que la emigración por necesidades laborales no deja de ser una tradición que creíamos perdida y que poco a poco nuestros titulados universitarios van recuperando gracias a la situación del país.

Y luego está el otro problema, ¿cómo “inculcamos” en los jóvenes universitarios esas ideas? Está claro que siendo su planteamiento, señor Wert, de una lucidez sobresaliente no resultará fácil “inculcar” en, por ejemplo, un chaval de 18 años, que mejor que estudiar Historia o Filosofía (maldita tradición familiar), pues debería de estudiar… no sé, ¿quizás un Grado (incluso un Máster) en Tesorería de Organizaciones Políticas?, o quizás “lo que sea pero en alemán”. ¿Es mejor una carrera técnica que obligue a hablar fluidamente inglés y saber utilizar el ordenador para luego trabajar etiquetando productos de una forma fiable? O quizás es mejor elegir una carrera que responda a “necesidades”, por ejemplo un título superior en alta tecnología aeroespacial que pueda responder a las necesidades del potente tejido industrial y productivo de nuestro país.

Lo cierto señor Wert es que, cuando leo sus manifestaciones sobre lo que se debería inculcar a los jóvenes universitarios, siendo usted el ministro, entre otras cosas, de Educación, no deja de venirme a la memoria –y perdone- la escena en la que Mastroianni se asoma a la puerta de un vagón miserable y pregunta aquello de "Senta, scusi, che paese è questo?"; y la respuesta del tipo del andén, es: "Questo è un paese di merda" (I compagni. Mario Monicelli, 1963. La escena, genial, está en www.youtube.com/watch?v=q7wv3c6mjik).

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Dino Salinas es profesor de la facultad de Magisterio de la Universitat de Valéncia

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