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Dos ‘mossos’ declaran por prevaricación en un caso de incautación de armas

Un coleccionista de material bélico acusa a una inspectora de la policía autonómica de abuso de poder

La inspectora Bardina, a la izquierda, ayer en los juzgados de Valls.
La inspectora Bardina, a la izquierda, ayer en los juzgados de Valls. JOSEP LLUÍS SELLART

Dos agentes de los Mossos d'Esquadra del área policial de Valls (Alt Camp) declararon ayer ante el juez imputados por un delito de prevaricación tras detener al presidente de la Asociación de Armas y Munición de Aragón, Juan Morató, e incautarse de su colección de armas. La policía registró su domicilio en Vilanova de Segrià (Segrià) y requisó más de cien piezas, valoradas en 140.000 euros. Según Morató, cuando se las devolvieron, varias estaban “destrozadas” y le faltan tres armas, entre ellas un fusil de asalto ruso, que siguen desaparecidas.

Morató sostiene que se produjo un abuso de poder por una cuestión de rencillas personales con la inspectora del área de Valls, Maria Antònia Bardina. Según Morató, dos días antes de su detención habían discutido acaloradamente por asuntos de armas en Can Bosch, un establecimiento de Torrefarrera (Segrià) que tiene instalaciones de tiro al plato. Su propietario, José Maria Bosch, reconoce haber presenciado la disputa.

Bardina y un cabo de los Mossos declararon ayer durante más de tres horas ante la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Valls. El caso arrancó en julio del 2009 cuando, horas después de la presunta rencilla, Morató adquirió en un mercadillo de antigüedades tres armas “anteriores a 1870, dos de ellas inutilizadas”, dice el coleccionista. Las compró un domingo y a la mañana siguiente, el lunes 20 de julio, las transportaba en su coche hasta Valls, donde tiene depositado su historial de armas desde hace 20 años, para registrarlas, pero se topó con un control de los Mossos, que le detuvieron. La Guardia Civil es el cuerpo policial que tiene la competencia del control de armas.

Morató permaneció tres días detenido en los calabozos de los Mossos. Mientras, agentes de la policía catalana acudieron a registrar su domicilio. Fuentes judiciales indican que los policías imputados aseguraron ayer haber pedido la orden judicial porque el detenido les dijo tener bombas y explosivos en su casa, extremo que el coleccionista niega. Según las mismas fuentes, aunque la inspectora estuvo presente durante el registro, el parte de las actuaciones lo firmó el cabo acusado. Morató guardaba las armas en vitrinas y acusa a la policía de meterlas en sacos “destrozándolas”. El abogado del coleccionista, Pere Sutil, y los mossos imputados rehusaron ayer realizar comentarios.

Durante la toma de declaración de los imputados, los Mossos desplegaron un dispositivo de vigilancia en el interior y el exterior del juzgado para frenar el acceso de la prensa a las instalaciones.

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