Albert Pla: “La palabra indignado ya no tiene valor”

El tiempo pasa, pero Albert Pla sigue ejerciendo concienzudamente su asumido papel de agitador social, musical y escénico, todo al mismo tiempo. Esta vez el sabadellense se ha ido de manifestación, mejor dicho de manifestaciones varias, y el resultado es el espectáculo que a partir de esta noche (a las 21.00) y hasta el domingo presenta en el teatro Poliorama de Barcelona con un título simple, Manifestación,y un subtítulo en los carteles altamente sugerente: “La vida es una puta mierda y lo sabes”. Posteriormente podrá verse en Mataró (teatre Monumental, 15 de febrero), L’Hospitalet (teatre Juventut, 22 de febrero), Granollers (Auditori, 1 de marzo) y Madrid (Círculo de Bellas Artes, del 8 al 10 de marzo).

Como en muchas ocasiones anteriores Albert Pla (Sabadell, 1966) se enfrenta al público totalmente solo. Esta vez el equilibrio entre canción y teatro, siempre frágil en su caso, se decanta hacia la parcela más teatral. “Voy explicando la historia de un tío que se va a una manifestación porque ha quedado con una chica y se equivoca de manifestación, decide irse a casa, pero le coge una carga policial y acaba en un mitin pacifista, pero llegan los proguerra y corre y encuentra los caminemos juntos y quiere volver a casa, pero no llega a conseguirlo nunca”, explica Pla metiéndose en su personaje, que ya no abandonará en la entrevista

Pregunta. ¿Presenta canciones nuevas?

Respuesta. No, más bien es hablado. Hay cuatro canciones, dos proceden del último disco, y una banda sonora grabada. Llevaba mucho tiempo haciendo canciones con Comelade y ahora necesitaba algo diferente...

P. ¿Se trata de un monólogo improvisado?

R. Está todo escrito, pero, como es todo nuevo, irá cambiando según la reacción de la gente. El original es en castellano, pero al hacerlo aquí voy traduciendo cosas y queda medio en castellano y medio en catalán.

P. Comenzó su carrera como cantautor, pero poco a poco ha ido cambiando, ¿cómo se definiría actualmente?

R. Soy un cantautor que canta pocas canciones.

P. Todas esas manifestaciones y cargas policiales, ¿son un reflejo de las últimas perturbaciones sociales?

R. No lo sé, yo trabajo por intuición. No tengo un carácter pedagógico, ni busco que mis espectáculos sean sociales, no tengo ganas de convencer a nadie de nada. Cuando digo “mataré a un policía o mataré a un banquero”, la gente aplaude aquí, en Bogotá y en Buenos Aires y no sé por qué. Seguro que tienen ganas de matar a un banquero, pero yo no doy pie a que la cosa se haga más grande y paso inmediatamente a otra canción. Yo voy a la mía.

P. ¿Cree que la gente está saliendo más a la calle?

R. Esta por ver si salir a la calle sirve de algo. Creo que la gente está más sentada delante del ordenador. No sé cuánta gente habrá a estas horas a la puerta de la sede del PP, pero lo que sí sé es que hay un millón o dos de tíos apalancados tecleando “estoy indignado” en el ordenador. Dicen que las redes sociales están que arden, para mí eso significa que Telefónica factura más gracias a los indignados. No es lo mismo indignarse que decir “estoy indignado”. La palabra indignado ya no tiene valor.

P. ¿Tiene alguna opinión sobre los últimos acontecimientos soberanistas catalanes?

R. Lo vivo bien. Por mí ya se pueden independizar. Es más yo primero me independizaría y luego me anexionaría toda España.