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La falta de consensos en torno a ETA tensa el primer pleno con EH Bildu

El Parlamento no logra pactar una condena de la banda y aplaza la ponencia de paz

El 'lehendakari', Iñigo Urkullu, escucha desde su escaño al parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga durante el pleno de la Cámara.
El 'lehendakari', Iñigo Urkullu, escucha desde su escaño al parlamentario de EH Bildu Julen Arzuaga durante el pleno de la Cámara.david aguilar (efe)

El retorno de la izquierda abertzale al Parlamento, junto con el nuevo equilibrio de fuerzas que ello supone, se dejó sentir ayer en el primer pleno ordinario del año, en el que quedó patente que en esta legislatura los consensos que impregnaron buena parte de la anterior serán mucho más complicado. El resultado fue claro: la constitución de una ponencia de paz quedó aplazada al menos a la semana que viene por falta de acuerdos y la Cámara fue incapaz de sacar adelante un texto de condena a ETA, aplazado también después de que la enmienda del PNV fuera votada dos veces con resultado de empate, lo que obliga a votarla el próximo jueves.

A este renovado nivel de tensión se sumaron fotografías inéditas en los últimos años, con el abandono del salón de plenos por parte de los parlamentarios del PP, a los que siguió el de UPyD, a la hora de votar el dictamen de incompatibilidades de los senadores por la presencia del nombre de Iñaki Goioaga, propuesto por EH Bildu. La candidatura del abogado de presos de ETA, denunciado por la Fiscalía de la Audiencia Nacional por su presunta pertenencia a la banda, fue calificada por populares y UPyD como un “insulto” a las víctimas. En la bancada de los socialistas once de sus 16 parlamentarios votaron en blanco o no votaron.

El mediático gesto estuvo acompañado, en el caso del PP, de otro más calculado: fue Borja Sémper, presidente del PP guipuzcoano cuyas palabras hace dos semanas sobre la coalición abertzale en una entrevista —“Bildu no es ETA”— habían levantado polémica, quien explicó en la tribuna la postura de su partido ante la candidatura de Goioaga. Sémper habló no solo de una designación que “será muy legal, pero es indecente”, sino que también puso el foco sobre EH Bildu, a quien acusó de querer hacer “borrón y cuenta nueva”. Sémper señaló que la candidatura “retrata” a la coalición abertzale. “No sólo callan cuando se les pregunta por qué hasta hace un año asesinar estaba bien y ahora no, sino que vienen aquí a regodearse en su silencio y plantear que quienes fueron protagonistas de ese pasado negro sean protagonistas del futuro de Euskadi”, censuró.

Junto a Goioaga, el pleno eligió también a los otros dos senadores de designación autonómica: el peneuvista Jokin Bildarratz y el socialista Tontxu Rodríguez.

PP y UPyD dejan el pleno en protesta por la elección como senador del abogado de presos de ETA Iñaki Goioaga

El pleno, cargado de puntos muy simbólicos, como el de la condena a ETA y la ponencia de paz, mostró también la carrera de PP y UPyD en materia de ETA e izquierda abertzale. El portavoz socialista, José Antonio Pastor, sostuvo que ambos se encuentran en una “especie de competición para ver quién pone más alto el listón de firmeza”.

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Con todo, en las casi ocho horas que duró el pleno se sucedieron acuerdos de múltiples signos, en los que el común denominador fue el PNV. Los peneuvistas rubricaron todos aquellos acuerdos que se firmaron: tres con los socialistas (uno de ellos también con EH Bildu) y dos con el PP. Además, cedieron tres votos al PSE para que esta formación lograse elegir a su senador.

El debate de la condena a ETA promovido por el PP devolvió por un momento el salón de plenos a debates de otras legislaturas. Eso reprocharon PNV y PSE a la formación de Antonio Basagoiti.

La popular Arantza Quiroga criticó a EH Bildu, cuyos parlamentarios exhibieron chapas en apoyo a los presos etarras, porque no tiene “una convicción sincera y firme de rechazo a los crímenes de ETA”. Ese discurso fue afeado por la coalición, que vio en la iniciativa un “arma arrojadiza” en su contra. El peneuvista Joseba Egibar reclamó al Gobierno central un protocolo para trabajar en la disolución de ETA y Pastor la creación de la nueva ponencia de paz. El resultado: los textos de PP y UPyD, que reclamaban la condena de la banda y la exigencia de su disolución final, fueron rechazados y el del PNV quedó pendiente para el próximo jueves tras registrar dos empates.

Los socialistas intentan lograr un amplio consenso sobre la ponencia

Las intervenciones de los distintos portavoces estuvieron marcadas por la retirada, en el último momento, del debate para reeditar la ponencia de paz creada la pasada legislatura, a propuesta del PSE. Pastor, explicó la decisión de postergar el debate a la próxima semana como un gesto para acercar posturas que en ese momento se antojaban muy distantes, con el objetivo de que las cuatro grandes fuerzas entren en el acuerdo.

Para ello, se apostará por la fórmula de la legislatura anterior: un texto escueto en el que solo se trate la constitución de este grupo. El PP reclamó —solo ante los micrófonos, matizó Pastor— la condena a ETA por parte de EH Bildu como condición para votar a favor de la creación de la ponencia. Su participación en ella se resolvería después.

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