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La plantilla de Navantia exige que se concreten los contratos de Pemex

2.000 operarios se manifiestan por las calles de Ferrol

Por enésima vez en el último año y medio, la plantilla de Navantia en la ría de Ferrol se echó a la calle esta mañana para reclamar nuevos contratos que le den un empujón a los astilleros públicos, motor de la economía comarcal. Esperan con impaciencia y cierta desconfianza el inicio de la construcción de los dos floteles comprometidos por Pemex y critican que el PP vetara la comparecencia en el Congreso del ministro de Industria, José Manuel Soria, para explicar los retrasos del cuestionado contrato con la petrolera mexicana que el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, anunció a bombo y platillo en la precampaña que le dio la reválida electoral.

“Navantia tiene los avales desde antes de Navidades y teníamos que estar ya cortando la chapa de los floteles para arrancar este primer trimestre”, se quejan en el Comité ferrolano. Con los monos de trabajo puestos y bajo la lluvia, los operarios salieron del taller para concentrarse ante el ayuntamiento ferrolano y exigir la dimisión del alcalde, José Manuel Rey, del PP, al que acusan de “darles la espalda” y no haber defendido los intereses del sector naval.

A la protesta acudieron unos 2.000 operarios, trabajadores de la empresa principal y de un centenar de pequeñas subcontratas, muy mermadas por la caída de la actividad. Los sindicatos calculan que desde septiembre del 2011 se han perdido 1.815 empleos en las empresas auxiliares de pintura, montaje, aceros o electrónica que sobreviven a la sombra de los astilleros en una “sangría insoportable”.

Cada semana que se retrasa el inicio de los buques de Pemex se despiden de 100 a 200 operarios, sostiene Ignacio Naveiras, presidente del Comité de Ferrol. A las factorías de Fene y Ferrol sólo les queda por entregar el 'Adelaide', el segundo de los dos megabuques contratados por Australia en 2007. Supuso el mayor contrato militar de Navantia para una marina extranjera y también el último encargo para la ría gallega.

La plantilla también ha exigido hoy a la Xunta y al Gobierno que financien con dinero público la construcción del dique flotante que les permitiría abrir nuevas vías de negocio en la reparación de grandes buques, una de las divisiones más rentables del grupo naval.El próximo lunes, se reúne en Ferrol la comisión técnica creada por la SEPI para analizar la viabilidad técnica, económica y legal de esta infraestructura marítima que ha puesto de acuerdo a políticos y sindicatos ferrolanos pero que, paradójicamente, apenas avanza. Mientras se celebra la comisión, la plantilla se concentrará en el interior de la factoría. El martes, los delegados sindicales protestarán ante el Parlamento gallego y regresarán el 13 de febrero con el grueso de la plantilla

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