La Generalitat adapta el currículo a la educación por competencias básicas

La mayoría de escolares conocen y pueden repetir el teorema de Pitágoras de memoria. Pero la cosa cambia ante un problema práctico planteado en un examen. Según la Generalitat, más de la mitad de los alumnos no saben resolverlo si no se les indica que tienen que aplicar dicho teorema. Con el objetivo de mejorar las habilidades de los estudiantes y conseguir que sepan aplicar los aspectos teóricos a la vida cotidiana, la Generalitat quiere empezar una “revolución metodológica”, según palabras de la consejera de Enseñanza, Irene Rigau. Y lo ha hecho editando unas guías que explican y detallan las competencias básicas que tienen que alcanzar los estudiantes. De momento, se ha publicado los documentos de lengua y matemáticas, tanto para Primaria como Secundaria.

Con estos materiales se pretende que los profesores no dependan tanto del libro de texto tradicional y se apoyen más en actividades propias que ayuden a dar una utilidad práctica a los contenidos teóricos. Es lo que se se conoce en el argot educativo el despliegue del currículo escolar (establecidos por la Ley Orgánica de Educación en 2007) en competencias básicas. Una tarea que, a falta de un documento oficial que fijara este desarrollo, asumían hasta ahora las escuelas. “Sabemos que esto no lo podemos dejar en manos de los centros porque requiere una experiencia que no todos tienen. Además ya tienen suficiente trabajo”, ha terciado este miércoles Rigau durante el acto de presentación de las guías ante más de un centenar de docentes.

Uno de los objetivos de esta adaptación es, según Rigau, cumplir las exigencias de la OCDE y de las pruebas Pisa, que evalúan las competencias. Con ello la Generalitat espera mejorar los discretos resultados de estos exámenes europeos, ya que se unifica el método de enseñanza con el de evaluación. “Enseñamos al modo mediterráneo [más mnemotécnico], pero evaluamos según el método anglosajón [más práctico]”, analizó Rigau. De hecho, las pruebas externas que actualmente hace la Generalitat en 4º de ESO y 6º de Primaria también evalúan las competencias. Precisamente por este intento de cumplir las directrices europeas, Enseñanza se muestra segura que la futura reforma educativa del Gobierno, la Lomce, no afectará en este despliegue del currículo.

La Generalitat ha empezado por editar las guías, de matemáticas y lengua, que los centros ya pueden descargarse de la web del Departamento. También ultiman las de medio natural y digital. Cada documento define y detalla las diferentes competencias (por ejemplo, leer con fluidez o ser capaz de crear textos literarios), ofrece unas orientaciones metodológicas a los profesores para trabajarlas en clase y establece los criterios y categorías de evaluación. Como complemento para mejorar y cambiar la forma de enseñar en las aulas, pone a disposición de los centros el Aplicativo de Recursos Curriculares (ARC), que ya cuenta con unas mil actividades propuestas por los mismos profesores (ver ejemplos en los destacados adjuntos). Enseñanza espera que institutos y escuelas empiecen a aplicar esta metodología elel próximo curso escolar, aunque reconoce que los resultados en las pruebas de evaluación tardarán en verse, posiblemente, no antes de 2018.

Los nuevos materiales han tenido una buena acogida entre la comunidad educativa asistente a la presentación, aunque muchos docentes reconocían que “llegan tarde”, más de cinco años desde el diseño del currículo. “Es un trabajo que durante estos años hemos hecho los centros, pero ahora contamos con un instrumento consensuado entre el Departamento, los inspectores y los evaluadores”, valoraba Lourdes Casanovas, directora de la escuela Les Roques Blaves d’Esparraguera (Baix Llobregat).

Los docentes aseguran que “no es fácil” pedir al profesorado un cambio de metodología, pero sostienen que para los alumnos comporta muchos beneficios. “No es lo mismo hacer una actividad de contenidos que una actividad competencial”, asegura Ángela Pitarch, del IES Ramon Berenguer IV de Amposta, que hace seis años que aplica estos métodos nuevos. Como ejemplo, esta profesora de historia explica que aprovecha el rico entorno, marcado por la Batalla del Ebro, para hacer que los alumnos recopilen información histórica a través de los supervivientes. “Esto mejora su comunicación oral y también los hace ser más autónomos”, remacha.