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“Tiene deficiencias muy graves que afectan a la seguridad del público”

El Ayuntamiento alquiló el Palacio de Congresos para conciertos pese a conocer los fallos Los problemas estaban en el sistema antiincendios y las puertas de emergencia

El Palacio Municipal de Congresos, clausurado tras la tragedia del Madrid Arena para reparar graves fallos de seguridad.
El Palacio Municipal de Congresos, clausurado tras la tragedia del Madrid Arena para reparar graves fallos de seguridad. GORKA LEJARCEGI

El Palacio Municipal de Congresos, ubicado en Campo de las Naciones, cuenta con dos auditorios para 913 y 1.814 personas. Allí se celebran las galas de los premios Goya de cine. Allí se realizan ferias y convenciones. Allí se organizó, en abril, el congreso regional del Partido Popular. Allí han actuado este año Manolo García y Les Luthiers, y tenían previsto hacerlo Fito y los Fitipaldis. No pudieron porque el Ayuntamiento de Madrid clausuró el edificio el 8 de noviembre para solventar problemas de seguridad que nunca quiso detallar. Aún permanece cerrado, lo que ha obligado a cancelar más espectáculos previstos.

La alcaldesa, Ana Botella (PP), tomó esa decisión una semana después de la tragedia del Madrid Arena. Pero el Ayuntamiento conocía desde mucho antes los fallos de seguridad. Admitió haber recibido el informe el 19 de octubre. Pero no clausuró el edificio hasta tres semanas después. ¿Eran graves las deficiencias? ¿Justificaban su cierre inmediato? El informe, al que ha tenido acceso EL PAÍS, detalla 70 incidencias, de las que siete están clasificadas como muy graves y 14 afectan a la seguridad de las personas. Son averías, por ejemplo, del sistema de extinción de incendios y de puertas de emergencia.

El propio Ayuntamiento reconoce en su informe que deben solventarse antes de poder reabrir el edificio. Sin embargo, lo mantuvo operativo tres semanas, aun sabiendo de esos fallos. Y en ese tiempo se celebraron espectáculos con cientos si no miles de espectadores. Les Luthiers actuaron hasta el día 21 de octubre.

>> “Afectan a la seguridad”. Los inspectores de Edificación Pública del área de Hacienda detallan: “Se han observado deficiencias muy graves que afectan a la seguridad de los usuarios y cuya reparación debe realizarse previamente a la apertura al público del edificio. Se refieren a la instalación eléctrica, el sistema de detección y extinción de incendios, fallos en la apertura de los exutorios [salidas de humo], defectos de funcionamiento de las cortinas cortafuego, puertas de emergencia y antipánico, megafonía y butacas (deben ser ignífugas)”.

>>Sin detección de incendios. Según la documentación, la central de detección de incendios no funciona; ni los detectores; ni las sirenas. Tampoco el sistema de alarma por fugas de gas. Las puertas manuales de emergencia están en mal estado. Los sistemas de evacuación presentan anomalías, que afectan incluso a las instalaciones de donde debería salir el agua para extinguir el fuego. Hay cuadros eléctricos averiados.

Eso, respecto a las incidencias más graves. Pero hay muchas otras: incumplimientos de la normativa, como los que se refieren a los depósitos de gasoil. La válvula de seguridad de la caldera no funciona. La sala de los ascensores presenta deficiencias. Los grupos electrógenos de emergencia no servirían de nada. Hay maquinaria que ha sobrepasado ya su vida útil. Y anomalías en los sistemas de refrigeración del recinto.

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>> El pabellón se cae a trozos. El estado de abandono del edificio se refleja también en otras incidencias catalogadas como “estado de confort”. El suelo del auditorio y de los pasillos está deteriorado, el techo de un lavabo de señoras se ha derrumbado, los azulejos de las paredes se desprenden. Y no sólo: el sistema de climatización, que debe mantener una temperatura agradable, tiene deficiencias y está en parte averiado.

>> ¿De quién es la culpa? El informe municipal señala: “Las deficiencias observadas responden, entre otras cuestiones, a una falta o inadecuación del mantenimiento del edificio”. El Palacio Municipal de Congresos (como el Madrid Arena o la Caja Mágica, entre otros) lo gestiona la empresa municipal Madridec.

El concejal Pedro Calvo se convirtió en su responsable en primavera. Ordenó entonces un informe sobre el estado de las infraestructuras, que recibió en octubre. Calvo dimitió un mes después, al ser imputado por el juez como responsable político del alquiler del Madrid Arena para la fiesta de Halloween. Dos ejecutivos de la empresa municipal fueron destituidos. Uno de ellos, Jorge Rodrigo, también está imputado.

Pero la causa de las deficiencias hay que buscarla antes. En junio de 2007, Alberto Ruiz-Gallardón (PP) acababa de ganar por segunda vez la alcaldía y puso al frente de Madridec al exconsejero regional Luis Blázquez.

Según denuncia el líder municipal socialista, Jaime Lissavetzky, Blázquez fue cancelando los contratos de mantenimiento de las instalaciones, que tenía previsto privatizar. Así lo confirman fuentes del Ayuntamiento. En el consejo de administración de Madridec había varios miembros del Gobierno de Gallardón, que alegan que Blázquez no les consultaba a ellos sus decisiones.

El deterioro del Palacio Municipal de Congresos es fruto de ese abandono. La decisión de mantenerlo abierto tras conocer los fallos, del Gobierno de Ana Botella.

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