Gallego califica de “ideológicos” los recortes que sufren los funcionarios

El secretario general de CC OO, Joan Carles Gallego, ha arremetido hoy duramente contra los recortes que el Gobierno ha aplicado a los funcionarios y que asegura que ha hecho retroceder su poder adquisitivo a niveles de hace dos décadas. "No es obligatorio recortar en los servicios públicos, es una opción ideológica para desmantelar el sector y poderlo privatizar, no se recorta para mejorar la respuesta a la sociedad ni para mejorar la eficiencia", ha dicho.

La Generalitat ha aplicado duras medidas de ajuste a sus empleados públicos (como la retirada de pagas, la pérdida de derechos laborales o la reducción de jornada y sueldo a 6.700 interinos) y se dispone a recortar todavía más, según han anunciado tanto el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, como el portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs. Gallego ha alertado de que "la contención salarial es perjudicial para calentar la economía". "Que se lo pregunten a los pequeños botiguers", ha dicho.

El secretario general de CC OO ha explicado que junto a su homólogo en UGT, Josep Maria Álvarez, han mantenido un "primer contacto" con el nuevo consejero de Empresa y Empleo, Felip Puig y ha reprochado que nadie de la Generalitat les esté informando de los planes de recorte en las administración, de ahí que hayan solicitado la convocatoria de una reunión de la mesa general de la función pública, que probablemente se producirá a finales de mes.

Gallego ha presentado la nueva ejecutiva surgida del Congreso de diciembre durante un desayuno informativo. Entre otras cuestiones, ha explicado que CC OO trabaja en la elaboración de una alternativa a la propuesta de Nissan que permita que la planta de la Zona Franca logre la adjudicación de la producción de un nuevo turismo.

El sindicato también ha presentado los resultados de una encuesta realizada entre los delegados durante el congreso. En los resultados destacan cuestiones como que los sindicalistas priorizan entre los motivos de acción sindical la "estabilidad en el puesto de trabajo" antes que las "mejoras salariales", una respuesta impensable antes de la crisis que ha llevado a España a rozar los seis millones de parados.