_
_
_
_
_

El cómplice de la muerte de la niña de Almería tenía una pena firme de cárcel

El imputado por la muerte de la pequeña de 16 meses fue condenado por maltrato a una menor

Gema María Cuerda, madre de la menor fallecida, en el centro.
Gema María Cuerda, madre de la menor fallecida, en el centro.Julián Pérez (efe)

Raúl R. F., imputado como presunto cómplice en el fallecimiento de Míriam, la bebé de 16 meses hallada muerta el pasado día 28 con signos de violencia en una balsa de riego de Fiñana (Almería), está pendiente de la ejecución de una sentencia por maltrato a su compañera sentimental, de 15 años. Raúl R. F. está acusado de ser cómplice del principal sospechoso del crimen, Jonathan Moya González.

La condena conlleva una pena firme de dos años y tres meses de prisión por lesiones y violencia psíquica y física habitual sobre la mujer. Fue dictada por el Juzgado de lo Penal número 4 de Almería en noviembre de 2010 y ratificada en octubre de 2011 por la Sección Tercera de la Audiencia tras la apelación planteada por el condenado

El tiempo transcurrido desde la promulgación de la sentencia por parte de la Audiencia hasta hoy es más que suficiente para ordenar la privación de libertad del agresor, que se enfrenta al ingreso inmediato en prisión si la condena supera los dos años de cárcel. De deberse a un fallo en el sistema judicial el caso recuerda a lo sucedido en el caso Mari Luz, la joven de Huelva asesinada por un hombre que debía estar en prisión por delitos anteriores y cuya sentencia no llegó a ejecutarse por error judicial.

Según la sentencia del Juzgado de lo Penal número 4, Raúl R. F., ahora de 25 años de edad, propinó a su pareja a finales de diciembre de 2008 “diversos golpes en el cuerpo que le causaron lesiones consistentes en contusión en miembros superiores, en miembro inferior derecho y mano derecha”.

Desde el inicio de su relación, en mayo de 2007, el acusado sometió a la mujer, según el juzgado, a “frecuentes agresiones físicas y verbales, propinándole puñetazos en la barriga y bofetadas, agarrándole fuertemente de los brazos y profiriendo contra ella expresiones constantes tales como puta o guarra, sometiéndola a continuas vejaciones, llegando a controlar su forma de vestir y la relación con sus amigas”. Además de la pena de prisión, el joven debe indemnizar a su ex pareja con 4.000 euros por los daños morales sufridos y otros tantos por las lesiones físicas.

El expediente violento del imputado y en prisión provisional sin fianza desde el 29 de diciembre por el asesinato de la pequeña Míriam, de La Palma del Condado (Huelva), se manifiesta en otro delito por lesiones a otro joven a quien propinó una paliza en el interior de un pub.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Los dos imputados se conocen desde la adolescencia. Raúl R. F. fue detenido horas después de su amigo y principal sospechoso, Jonathan Moya González, y poco antes de que la Guardia Civil encontrara el cuerpo sin vida de la bebé metido en una bolsa de deporte y con piedras en su interior para facilitar su hundimiento en la balsa.

La niña de 16 meses, que permaneció en paradero desconocido durante ocho días tras ser raptada por el que entonces era el compañero sentimental de su madre, fue encontrada sin vida el pasado día 28 en una balsa de riego ubicada junto a una vía de servicio de la A-92 y a apenas 500 metros del cortijo familiar donde fue arrestado Jonathan Moya.

Según los datos del informe preliminar de la autopsia realizada por los forenses del Instituto de Medicina Legal (IML), la bebé falleció de, al menos, un "golpe en la cabeza" en un periodo comprendido de "dos a cinco" atrás desde del hallazgo del cadáver, por lo que se remitieron muestras de tejido hasta el Instituto de Toxicología de Sevilla para determinar el momento exacto en el que se produjo la muerte. Jonathan Moya González indicó a los agentes de la Policía Judicial en el transcurso del interrogatorio tras su detención dónde se encontraba la menor aunque no facilitó datos sobre cómo y cuándo se produjo su muerte.

La madre de la bebé interpuso en Gérgal la denuncia por el presunto secuestro a las 20,00 horas del 20 de diciembre y relató a los agentes que su pareja sentimental, a la que señaló como Jonathan Moya, se había llevado "todas sus pertenencias" y a su hija de 16 meses tras mantener una "fuerte" discusión. Se activó entonces un amplio operativo, integrado más de un centenar de agentes con apoyo de medios aéreos y terrestres de la Guardia Civil, para intentar dar con el paradero de la menor.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_