“Se ha secuestrado la participación. Hay que cambiar de abajo arriba”

Juan Carlos Alonso es una de las caras visibles del sector crítico del PSE alavés que pide cambios en el partido frente a la actual gestión y dirección de Txarli Prieto. De cara al congreso provincial de febrero, asegura: “No es posible que el mismo político administre una estructura del siglo XX y una del siglo XXI”.

Pregunta. ¿Qué está en juego en el congreso de febrero, las ideas o las personas?

Respuesta. Está en juego un debate de ideas y un modelo de partido. El tronco común de la socialdemocracia es compartido por todos en Álava, pero está en cuestión un modelo que haga posible debatir ideas. El de ahora se parece más al de un ministerio que al de un partido de izquierdas que aspira a regenerarse y a vencer la desafección social. Estamos en esa batalla por resetear el PSE en Álava para que el partido sea una fábrica de ideas y no tanto un consumidor de socialismo enlatado, repetidor de consignas.

P. Apuestan por un modelo de partido más abierto a la ciudadanía, con una convención política que dure dos semanas.

R. Sí. Hay mucho más debate de ideas en un programa de El Intermedio que en los congresos a los que he asistido. Se ha producido un secuestro de la participación. Hay que cambiar de abajo arriba, establecer modelos del siglo XXI, dar más capacidad para elegir, establecer primarias, que cada nombre suponga un voto. Hoy se valora más la crítica que las adhesiones inquebrantables, pero la estructura funcionarial y burocrática dificulta el debate. Un ejemplo: para elaborar cinco borradores con ideas no finalistas, hemos debido reunirnos en centros cívicos, porque los estatutos del PSE nos impiden hacerlo en nuestra sede. ¿Cómo vamos a articular un proyecto mayoritario de izquierdas sobre una base excluyente? Si quieres participar tienes que enviar una instancia, como si fuera un ministerio. O cambiamos a tiempo o nos cambian obligatoriamente y nos llevan a la irrelevancia. El objetivo es que el PSE sea el eje sobre el que se asiente la izquierda para luchar contra el PP, sobre todo en Álava, el puerto de desembarco de las políticas de Rajoy en Euskadi.

P. Proponen una renovación permanente de cargos. ¿Establecería plazos fijos?

No estamos en contra de las ideas del PSE, solo del modelo de partido”

R. No planteamos que los políticos sean fungibles, sino que no haya duplicidades, que el secretario general se ocupe del partido en Álava. Queremos que, como en el PNV, se dedique a transformar el partido.

P. ¿Exclusivamente? El actual secretario general alavés es también secretario general del grupo parlamentario y no es el único con más cargos…

R. Efectivamente. Pero quiero que quede claro que no estamos trabajando por la regeneración en contra de nadie. Queremos liderazgos compartidos, no siderales, con superlíderes como Zapatero o Felipe González. Estamos en una fase de castigos electorales y tenemos que hacer ver a la sociedad que hemos hecho autocrítica, porque, si no, nos van a ver como extraterrestres que dicen que los resultados han sido dignos, que hemos batido a las encuestas…

P. ¿Se puede regenerar manteniendo la cúpula?

“El partido debe ser una fábrica de ideas y no repetidor de consignas”

R. Nosotros damos por supuesto que no es posible que el mismo político administre una estructura del siglo XX y una del siglo XXI. Pero hay un orden. Cuando oigo a Patxi López, coincido: primero las ideas, y luego el instrumento.

P. Ideas. Piden un régimen de incompatibilidades. Primero hablaron de que fuese incompatible un puesto privado con otro público. En su último documento, obvian ese principio.

R. Ningún documento planteado es la Biblia. Deben debatirse en las asambleas del congreso provincial. La idea fuerza es que el secretario general se dedique exclusivamente al PSE alavés.

P. En materia fiscal, ¿en qué difieren de la postura del PSE en las Juntas Generales de Álava?

R. Me siento muy bien representado por Patxi López y por el grupo juntero. El camino lo ha marcado Gipuzkoa: es posible una propuesta de izquierdas. No llevamos como seña de identidad alejarnos de los planteamientos de nuestro partido, coincidimos al 85% o al 90%. Donde se marcan las diferencias es en el modelo de partido.

P. ¿En ese 15% restante está el fracking? Ustedes lo rechazan y el PSE vasco lo considera estratégico para Álava…

R. Los documentos son propuestas de trabajo. En Álava perdimos legitimidad en la sostenibilidad con la red de alta tensión, cuando defendimos la postura de Red Eléctrica Española porque se nos dijo que no había alternativa. En el fracking hay dudas importantes sobre sus efectos medioambientales y un rechazo social mayoritario. No se puede avanzar en esa dirección. Eso es realismo político.

P. En educación piden la “corresponsabilidad” de las familias. Suena a pagar más.

R. Probablemente responda a alguna cuestión específica sin resolver en el documento, más que a un copago educativo.

P. ¿El liderazgo de Patxi López está fuera de toda duda?

R. López ha puesto de manifiesto que hay otra forma de hacer política en la crisis. Es un lujo que considere aspirar a la secretaría general. Creo que habrá un amplio consenso.

P. ¿Qué perfil debe tener el secretario general de Álava?

R. Que se dedique específicamente al PSE alavés, que transforme la indignación en acción política y que entienda que la autocrítica hace ganar credibilidad.

P. ¿Qué perfil tiene Prieto?

R. No hago perfiles. Hay quien se empeña en poner el énfasis en lo personal, pero yo no tengo enemigos en mi familia. Lo personal es la gigantesca estafa que se está orquestando en la sociedad. En Álava tenemos autonomía fiscal y tenemos al PP poniendo en marcha todas las políticas de Rajoy.