El jefe de Salvamento admite que el ‘Prestige’ se podía haber llevado a puerto

Alejar mar adentro a un petrolero herido y vertiendo fuel como el Prestige fue una decisión contestada en el seno del Ministerio de Fomento, entonces dirigido por Francisco Álvarez- Cascos. Y nunca se revisó el primer informe de “cálculos e hipótesis” que dio pie a esa orden inicial. Permaneció inamovible por mucho que a las 24 horas del accidente amainase el temporal y se adoptasen las primeras medidas de urgencia: poner a salvo la tripulación, adrizar el barco, arrancar su motor, hacer firme el remolque...

Para los responsables de Fomento primó la hipótesis de que el buque estaba “condenado y en peligro de hundimiento” inminente, aunque los técnicos enviados a bordo consideraran lo contrario. Así lo admitieron ayer, en la última sesión de este año del juicio del Prestige, dos testigos clave, subordinados en 2002 del exdirector de Marina Mercante José Luis López Sors, hoy en el banquillo de los acusados. Pedro Sánchez, que sigue siendo jefe del Centro Nacional de Coordinación de Salvamento, acabó por reconocer que, como consta en conversaciones grabadas, era partidario de llevar el buque a una zona de refugio. “Había que abrigarlo, no creo que estuviera en condiciones de cruzar el Atlántico. Podría haberse llevado a alguna ría aunque la maniobra era delicada”, admitió. O incluso en el puerto de A Coruña tras aligerar “un poco” un barco que el capitán había sobrecargado, llenando de agua sus tanques para enderezarlo tras el accidente. “Yo entré muchas veces con un petrolero parecido y sabía que no podía meterse en A Coruña por una limitación de calado a no ser que antes se aligerase un poco”, aseveró Sánchez. Pero nunca comunicó esas alternativas a López-Sors, quien se ha quejado reiteradamente en el juicio de que nadie se lo sugeriese. “No hablé de eso con el director general, ni me preguntó mi opinión, pero sí se lo dije a dos directores de Sasemar \[el organismo de Salvamento\]“, explicó Sánchez.

Tanto él como el exsubdirector de Seguridad Marítima de Marina Mercante, Alfredo de la Torre, pusieron el acento en acusar al principal imputado, el capitán griego Apostolos Mangouras, de haber “condenado el Prestige” al sobrecargarlo con agua para reducir su fuerte escora. “Tenía que haber hecho una trasvase interno" entre los tanques de fuel, sostuvieron ambos. Aunque también “se podía haber corregido” esa decisión “desacertada”, reconoció De la Torre. “Pero nadie me preguntó por esa posibilidad”.

Como tampoco nadie le pidió que revisara la evaluación inicial de daños que hizo a solicitud de López-Sors y que avaló la orden de alejamiento del barco. “No recalculé nada porque estaba convencido que la situación era muy grave, teníamos que trabajar con hipótesis”, aseveró al ser interpelado por varios abogados sobre el hecho de que el barco no debería estar tan condenado cuando aguantó seis días más en sucesivos temporales.