Mas pide “concertación al máximo nivel” y “espíritu positivo” para salir de la crisis

“Los países europeos son trenes descarriados y hay que luchar conjuntamente para volver a ponerlos sobre las vías”. Así de gráfico ha sido el presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, en su breve discurso en la apertura del X Congreso de CC OO, en el que, en síntesis, ha pedido unidad y “espíritu positivo” para luchar contra la crisis. Mas ha sido silbado en varias ocasiones, sobre todo al pedir unidad y al negar que sus recortes hayan sido ideológicos, hasta el punto de que la presidenta del congreso, Montse Delgado, se ha visto obligada a pedir respeto en varias ocasiones por “los invitados”. Al abandonar el palacio de congresos de Barcelona, Mas ha vuelto a ser abucheado y despedido entre gritos pidiendo la dimisión del consejero de Interior en funciones, Felip Puig.

El presidente en funciones, que la semana pasada se reunió con el secretario general de CC OO, Joan Carles Gallego, y su homólogo en UGT, Josep Maria Álvarez, ha asegurado que para salir de la crítica situación será necesaria “una concertación grande desde el primer momento en el máximo nivel, aunque pueda haber discrepancias”. Mas ha abandonado acto seguido el congreso para, ha excusado, participar en las negociaciones con ERC por un pacto de legislatura. “Estamos en el momento más delicado de la negociación, tienen que entender que estoy muy implicado ante una legislatura en la que el país se debe enfrentar a la peor recesión económica de las últimas décadas, a la peor crisis presupuestaria y a la operación política de mayor envergadura que ha hecho Cataluña en los últimos siglos”, ha dicho Mas, que en tono grave ha asegurado que en la situación actual “las dificultades de momento superan las capacidades de cualquier gobierno”.

El presidente también ha pedido “espíritu positivo” a los 700 delegados que participan en el congreso de CC OO. Justo antes de su intervención, el Gobierno de CiU había sido uno de los protagonistas del vídeo de síntesis de los cuatros años de mandato entre congresos, centrado en los recortes sociales y las manifestaciones de los últimos años. También los representantes de las patronales, como el presidente de Foment del Treball, Joaquim Gay, o el de Pimec, Josep González, han pedido colaboración a los delegados de CC OO.

El X Congreso de CC OO ha comenzado en la tarde de este viernes y finalizará el domingo con la más que probable reelección de Joan Carles Gallego en su segundo mandato como secretario general por parte de casi 700 delegados. El sector crítico se ha planteado presentar un candidato alternativo, una incógnita que se resolverá a la una del mediodía, cuando finaliza el plazo de presentación de candidaturas. Las principales decisiones polémicas que afronta la organización y que son fuente de disidencia son la intención de eliminar la unión del Barcelonés para integrarla en la estructura, los cambios en los órganos directivos –en los que ganarán peso las personas que elija el secretario general- y la posible fusión con UGT.

El primer y único mandato de Gallego (2009-2012) ha coincidido en el tiempo con el momento álgido de la crisis que arrancó a finales de 2007. Una recesión que se ha cebado con los trabajadores y que ha disparado el paro a niveles desconocidos: Cataluña suma hoy 840.000 parados, según la Encuesta de Población Activa (EPA). La situación económica también ha tenido consecuencias sobre el sindicato, que ha perdido un 3% de afiliados y que ha ejecutado dos Expedientes de Regulación de Empleo en su estructura interna como consecuencia de la caída de ingresos y la deuda de la Generalitat con la organización, que roza los cuatro millones de euros.

Las principales propuestas de CC OO son la lucha contra el paro, reforzar la negociación colectiva, defender el Estado del Bienestar y construir propuestas alternativas al modelo neoliberal, con alianzas con los movimientos sociales y con nuevas figuras como el sindicalista de referencia, pensada para llegar a las empresas pequeñas que no tienen comité de empresa. A nivel interno los retos que afronta la organización son acercarse a las empresas donde no hay comité de empresa mediante la figura del sindicalista de referencia y reforzar las políticas de afiliación.