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Temporada Alta cierra con éxito su edición “más complicada”

En febrero del año que viene el festival viajará a Buenos Aires

Dice Salvador Sunyer, director del festival de teatro de Girona y Salt Temporada Alta, que toca empezar a adaptarse a los nuevos tiempos “tercermundistas” que ya empiezan a acechar. Con presupuestos en continuo declive y tremendas subidas de impuestos, los profesionales deberán intentar hacer lo mismo con bastante menos. Temporada Alta ha subido a este escenario con buen pie. Tras dos meses y medio de festival y con un tercio menos del dinero que el año pasado, la 21ª edición cierra con éxito de público y habiendo dado pasos importantes camino a una mayor internacionalización.

El festival ha ido “inexplicablemente bien”, según Sunyer, a pesar de que era “la edición más complicada” de las que se han celebrado. Más de 44.000 personas han pagado por ver alguno de los espectáculos, de los cuales 35 han sido estrenos absolutos. A la buena marcha de un festival que quiere ser referencia en Europa han contribuido los espectadores, pero también los artistas, que han aceptado en ocasiones bajar sus honorarios para poder actuar. A pesar de que se ha programado más danza que nunca —una disciplina que suele congregar a menos público—, la ocupación media de los espectáculos ha sido del 90%.

Los organizadores están satisfechos con el apartado internacional. Por segunda vez, Temporada Alta ha presentado una sección pensada para favorecer la llegada de artistas y profesionales internacionales. El festival ha celebrado la Semana de Programadores con el objetivo de “consolidar Girona y Salt como punto de encuentro” y “favorecer la circulación internacional de las propuestas que se presentan”. Este año se han incluido 10 espectáculos contemporáneos. En otro de los ejes básicos, el impulso a la creación escénica catalana, el festival ha colaborado en la coproducción de 16 espectáculos, la mayoría de los cuales seguirán ahora de gira por España, Europa y América.

El Temporada Alta del futuro será “muy diferente”, según Sunyer, por la continua bajada de ingresos. El trabajo realizado para mantener las aportaciones de los patrocinadores privados y los ingresos en taquilla no es suficiente, y el director no descarta hacer una próxima edición más corta, como salida para no verse obligado a “reducir la calidad”. El festival pondrá especial énfasis en “traer obras europeas, sobre todo del Este”. También viajará a Buenos Aires, una de las capitales del teatro mundial, donde se celebrará un pequeño torneo de dramaturgos.

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