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Una amiga de la fallecida cuenta los minutos de la tragedia en el Madrid Arena

Elvira Gutiérrez-Marcet se vio arrastrada junto a María Teresa Alonso en la avalancha mortal

Elvira María Gutiérrez-Marcet Meseguer, de 20 años, era una de las amigas de María Teresa Alonso Vinatea, la quinta víctima mortal de la tragedia del pasado 1 noviembre en el Madrid Arena. Elvira se vio de repente entre una avalancha de gente junto a Teresa y notó cómo ésta se caía al suelo y una montaña de gente se caía encima de ella. Tras varios minutos de pánico y de desconcierto, consiguió ver cómo un chico rescataba a su amiga e intentaba reanimarla. Hoy, tras un mes hospitalizada en la Fundación Jiménez Díaz, Teresa ha muerto a causa de las "lesiones cerebrales severas" por aplastamiento que sufrió durante aquella avalancha.

La chica contó días después a la Policía toda la odisea que vivió aquella noche junto a su amiga. Ambas formaban parte de un grupo de gente de unas 30 personas. Estuvieron fuera del recinto “bebiendo unas copas” hasta las 3 de la madrugada, cuando estaba prevista la actuación del DJ Steve Auki. A esa hora decidieron entrar en el Madrid Arena para ver el concierto, separadas del resto del grupo porque había demasiada gente. Ellas dos entregaron sus entradas por una de las zonas habilitadas y consiguieron entrar sin que nadie les pidiera el DNI ni les registraran el bolso. Ya dentro del local, “excesivamente lleno”, trataron de buscar al resto de sus amigos.

Teresa y Elvira terminaron su búsqueda en un pasillo a través del cual se llegaba a la zona de la pista central. Al ver que había tanta gente se dieron la vuelta e intentaron subir al piso de arriba. En ese momento una avalancha de gente las arrastró y su amiga tropezó y desapareció ante sus ojos. Ella se vio desplazada por la masa e, impotente, no pudo pararse a socorrer a la otra joven. Elvira intentó por todos los medios impedir que el tumulto de personas siguiera avanzando, consciente de que había una montaña de gente y su amiga estaba en el suelo.

Tras unos minutos que le parecieron eternos, Teresa salió en brazos de un joven que inmediatamente le realizó maniobras de reanimación cardiopulmonar. Consiguió mantenerla viva hasta que el SAMUR se la llevó al hospital, donde ha estado en estado crítico hasta hoy.

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