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Asociaciones de la prensa censuran la detención de una periodista de La Sexta

El colectivo afirma que "se ha vulnerado de una manera inaceptable y peligrosa el libre ejercicio de la profesión"

Ana García, la cámara de televisión detenida, tras salir del juzgado.
Ana García, la cámara de televisión detenida, tras salir del juzgado.

La Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) respalda a la Asociación de la Prensa de Sevilla (APS) en su petición, junto al Sindicato de Periodistas de Andalucía, de una "reunión urgente" con la delegada del Gobierno sevillana para aclarar lo sucedido y pedir explicaciones por la detención de Ana García, operadora de cámara de La Sexta, mientras grababa para su canal una protesta. La presidenta de la FAPE, Elsa González, estuvo en contacto con el Ministerio del Interior para solicitar la puesta en libertad de la profesional.

Según un comunicado, y a la espera de lo que resuelva la justicia, la FAPE y la APS consideran que "se ha vulnerado de una manera inaceptable y peligrosa el libre ejercicio de la profesión periodística y el derecho de la ciudadanía a recibir una información veraz" y demandan a la juez que "devuelva lo antes posible la cámara y su contenido con el trabajo profesional realizado por Ana García, que fue requisado por la Policía.

Ana García fue detenida en la tarde del sábado cuando grababa para los informativos de La Sexta una protesta contra los desahucios en Sevilla y la posterior ocupación de un inmueble. La compañera, tras pasar toda la noche en comisaría, fue puesta a disposición judicial a la una de

la tarde y, dos horas después, quedó en libertad con cinco cargos: ocupación ilegal de vivienda, atentado a la autoridad, desobediencia, daños y lesiones.

Ana García, tras abandonar los juzgados, ha negado con rotundidad todos los cargos y, en contra de la versión oficial de la Policía, asegura que se identificó desde el primer momento, entregando su DNI al primer policía que se lo requirió. Posteriormente, otro agente le demandó de nuevo su identificación, explicándole que no se la podía dar porque su DNI lo tenía otro compañero y que, al ser autónoma, no tenía un documento profesional que le acreditase como periodista de La Sexta. De inmediato fue llevada a un coche policial y conducida a comisaría, donde permaneció hasta la una de la tarde sin poder tener ninguna comunicación externa. Ana García también niega los hechos que se le imputan por lo ocurrido posteriormente en dependencias policiales.

El relato de Ana García "contrasta" por completo con la versión oficial dada desde el inicio por la Policía, que afirmaba que "su detención se ha producido tras su negativa a identificarse como persona y como periodista y que solo ha dicho que era periodista una vez que estaba en comisaría".

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A la espera de una explicación oficial, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España y la Asociación de la Prensa de Sevilla sostienen que "ejercer el periodismo como autónomo es válido para acogerse al derecho de informar". "Lo que importa es ser profesional de la información, independientemente del vínculo laboral que cada profesional mantenga con la empresa. Ana García estaba cumpliendo su labor como informadora para La Sexta".

No obstante, la FAPE y la APS exigen a todas las empresas periodísticas que "no practiquen la precariedad laboral y que faciliten carnés o documentación a todos los autónomos (periodistas, fotógrafos y cámaras) a quienes habitualmente encargan la labor informativa".

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