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Padres y profesores toman Gràcia en defensa de la educación pública

La comunidad educativa del distrito se manifiesta contra los recortes a dos días de las elecciones

Pancartas, pitos, tambores, microrrelatos, y muchas ganas de hacer ruido contra los recortes en educación. Con estas armas se han concentrado esta tarde decenas de profesores, familias y alumnos de Gràcia, convocados por la Asamblea Groga de Gràcia y la Coordinadora de AMPAS en la Plaça de la Vila, delante de la sede del distrito. La comunidad educativa del barrio se ha propuesto, a dos días de las elecciones al Parlament de Cataluña, “hacer que la gente no olvide que se está produciendo una privatización de la educación en Gràcia”. Lo ha explicado Núria Marrón, miembro de la AGG y organizadora del acto, quien ha denunciado, entre otras cosas, la privatización de dos guarderías en el barrio en lo que va de año.

La protesta se ha centrado en la "situación preocupante" de la oferta educativa pública en el barrio. “Las plazas en guarderías y en educación secundaria son del todo insuficientes”, ha dicho Marrón. “El 50% de la demanda no puede ser absorbida por la oferta actual y muchas familias se ven obligadas a llevar a sus hijos a la privada o fuera del barrio”, ha añadido Mireia de Mingo, madre de la guardería municipal Sant Medir.

Las quejas contra la precariedad general de los centros públicos se han sumado a reivindicaciones concretas, como la petición de un edificio bien equipado para la escuela Univers, donde los alumnos estudian en barracones desde 2009. El edificio, prometido hace meses por las distintas Administraciones, aún no ha empezado a construirse. Los padres y madres de esta escuela ya protagonizaron un acto reivindicativo el pasado sábado, cuando vistieron de amarillo los árboles de la calle Verdi durante una manifestación festiva.

Algunos manifestantes han cuestionado la aconfesionalidad de los centros, argumentando que tras los despidos de interinos que se han producido este año hay profesores de religión, dependientes del obispado, que imparten asignaturas que no les corresponden. “Mi hija de siete años me cuenta que en la asignatura de Valores, alternativa a la religión, les pasan películas de temática bíblica”, ha denunciado Carla Martínez, madre de dos niñas matriculadas en el CEIP Josep Mª Jujol: “Yo matriculé a mis hijas en una escuela aconfesional y me he encontrado con que el centro en que estudian practica el proselitismo”.

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