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La Otxoa recrea su propia vida

José Antonio Nielfa cuenta en un documental la trayectoria desde el Bilbao de su infancia a sus últimos proyectos artísticos

José Antonio Nielfa, La Otxoa, en una actuación.
José Antonio Nielfa, La Otxoa, en una actuación.

El 25º aniversario del estreno de  la comedia musical Bilbao, Bilbao sirve de arranque al documental La Otxoa, sin complejos, que ha dirigido Joseba Gorordo. En poco más de 50 minutos de película José Antonio Nielfa relata desde el camerino donde a base de maquillaje y peluca se convierte en La Otxoa una trayectoria que va desde el Bilbao de su infancia a su último disco, un homenaje a los artistas que han dejado huella en su biografía. La Otxoa, sin complejos se estrena hoy en Zinebi, el Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao.

En las imágenes se ve a Nielfa en los ensayos, actuando frente al público y paseando por las calles de Bilbao, dejando patente la nostalgia que siente por los viejos tiempos y su popularidad. Hay escenas en las que aparece vestido de don Diego López de Haro o convertido en una picante cupletista que canta pasodobles; en otras escenas rescatadas de los archivos se recuerda el éxito multitudinario del ¡Liberate! en las fiestas de Bilbao de 1978, dos años después de que naciera el personaje de La Otxoa.

El personaje baja del escenario para dejar ver al hombre sociable

Nielfa cuenta para empezar como era el barrio de San Francisco donde se crió y nació su vocación de cantante. Después llegó la entrada en el mundillo de la farándula de Torremolinos y Barcelona, los años de la movida madrileña y la llegada de la popularidad en Bilbao. La Otxoa deja también ver la personalidad de un hombre sociable, divertido y socarrón, al que también le gusta refugiarse en la soledad de su casa y disfruta coleccionando muñecas. El personaje baja del escenario y muestra su ironía para enfrentarse a los problemas cotidianos y su fuerza para defender el derecho a ser diferente.

La película se presenta en Zinebi dentro de la serie Miradas de Euskadi, en la que se reúnen las producciones realizadas en el País Vasco. Además de La Otxoa, sin complejos, la sección cuenta en esta edición con otros dos documentales y dos filmes de ficción.

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