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“¿Y qué hacemos con la basura?”

La suciedad se acumula en las calles tras las dos primeras jornadas de huelga en la recogida de residuos contra los recortes del Ayuntamiento

Montones de basura tras la resaca. Así se encontraba la calle de las Huertas, en pleno centro, ayer al mediodía tras el primer día y medio de huelga del sector de recogida de basura en la capital. Cajas vacías de bebida, desperdicios de comida, papeles y plásticos se amontonaban alrededor de los contenedores —cuando los había—, cerca de las farolas, casi en cualquier esquina de la calle. Algún que otro viandante incluso se cubría el rostro para sobrellevar el hedor.

Desde la noche del pasado sábado y hasta este lunes, los sindicatos CC OO, UGT y CGT han convocado este paro para protestar contra el nuevo sistema de contratación anunciado por el Ayuntamiento (PP), que supone que el precio de licitación para el servicio en la zona periférica (el centro le seguirá dentro de unos meses) se reduzca un 16%. Los sindicatos sostienen que este recorte supondrá el despido de unos 1.200 trabajadores.

Servicios mínimos

Hoy es el tercer y último día de la huelga de recogida de basura en la capital. Se mantienen los servicios mínimos que, a lo largo de la jornada, recogerán los escombros de los distritos de Latina, Ciudad Lineal, Hortaleza, Villa de Vallecas, Chamartín y Centro.

“El objetivo del Ayuntamiento es reducir su gasto a costa del empleo. Y lo peor es que los trabajadores que finalmente no sean despedidos verán cómo sus condiciones laborales se precarizan”, explica Alfredo Mercado, empleado de la empresa contratada por el Ayuntamiento. Mercado, de 36 años, fue uno de los trabajadores que participó ayer en los piquetes informativos del centro. “A los vecinos no les agrada ver la basura en las calles sin recoger, pero la mayoría que se ha acercado a nosotros ha comprendido nuestra situación”.

A partir del 1 de enero, el camión de la basura dejará de pasar los domingos y los días festivos. Además, la recogida del contenedor amarillo se realizará solo tres días a la semana. La de papel, vidrio, pilas y puntos limpios, según la demanda. “¿Y qué vamos a hacer con los desperdicios?”, preguntaba indignada Adela Serrano, vecina del barrio de Antón Martín mientras paseaba de la mano de su marido. “Es una lástima el aspecto del barrio, pero, en solidaridad con los recogedores, nosotros hemos sacado la basura a la puerta”, aseguraba Ricky (no quiere dar su apellido), encargado del bar Parrondo, también en Antón Martín. En la plaza Mayor, varios encargados de restaurantes aseguraban, sin embargo, que los servicios mínimos —aproximadamente del 33%, según los sindicatos— se habían cumplido, porque no había ni rastro de residuos de la noche del sábado.

El Ayuntamiento quiere cambiar el sistema de contratación, de forma que, en lugar de exigir a la empresa que gane el concurso un número mínimo de trabajadores o camiones en las calles, por ejemplo, lo que hará es medir la calidad del servicio, el resultado del trabajo. Eso conducirá, según temen los sindicatos, a que las empresas reduzcan su plantilla para ajustarse además a la rebaja en el monto del contrato (de entre el 8% y el 15%).

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En junio, el delegado de Medio Ambiente, Antonio de Guindos, aventuró que eso permitirá reducir la tasa de basura “en el entorno del 6%”. El recibo medio asciende, según datos suministrados por el Ayuntamiento, a 59 euros. Así, la rebaja podría rondar los tres euros anuales.

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