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Acampada para pagar una vivienda

Las 36 familias que ocuparon un edificio en Sevilla, la Corrala la Utopía, piden a la entidad que abra una mesa de diálogo para solucionar el problema del inmueble

Vecinos de la Corrala la Utopía montando la acampada en Sevilla.
Vecinos de la Corrala la Utopía montando la acampada en Sevilla.PACO PUENTES

Esta madrugada fue fría en Sevilla, pero eso no ha bastado para expulsar a las 18 personas que en la tarde del jueves decidieron acampar en la puerta de la sede de Ibercaja, ubicada en el centro de la capital andaluza. Frente al lujoso hotel Alfonso XIII, en la famosa calle San Fernando. Son miembros de las 36 familias de la Corrala la Utopía, un inmueble ocupado el pasado mes de mayo. Estos vecinos han levantado un campamento indefinido hasta que la entidad bancaria cumpla su compromiso de abrir una mesa de diálogo que les permita pagar un alquiler social a cambio de habitar las viviendas.

El motivo de esta acampada es el incumplimiento por parte de Ibercaja del acuerdo alcanzado el pasado 23 de octubre, por el que la entidad bancaria se comprometió a abrir antes del 15 de noviembre una mesa de diálogo (formada por Ibercaja, la Corrala la Utopía, la Consejería de Vivienda y Defensor del Pueblo). El jueves se cumplió el plazo y las familias decidieron por la tarde desplazarse a la sede principal del centro de Sevilla, al no obtener un compromiso por escrito de que esa reunión se celebraría.

Las familias de la Corrala, además de exigir la mesa de dialogo, quieren que se restablezcan los servicios de agua y luz, cortados a principios de octubre por el Ayuntamiento de Sevilla y la compañía Endesa. Con respecto a esta demanda, el Consistorio alega que para restablecer dichos suministros es necesario la autorización de Ibercaja, según fuentes de la Corrala, ya que la entidad es la propietaria del edificio. Mientras, las 36 familias sobreviven al frio en el inmueble "con generadores eléctricos y bajando a coger agua de una fuente que ha instalado el Ayuntamiento", cuenta Toñi Rodríguez, de 45 años, una de las habitantes de la Corrala junto a su madre y su padre enfermo.

La acampada está apoyada por simpatizantes del 15-M que realizaron un amplio llamamiento en las redes sociales. Una de las ideas que barajan para aumentar la presión es una huelga de hambre. "Estamos consultando con enfermeros para ver las consecuencias que tendría", aclara Elena Contreras, una de las vecinas acampadas.

La respuesta por las redes sociales ha sido positiva. Desde primera hora de la mañana la gente ha ofrecido comida y mantas, entre otros víveres. Incluso algunos vecinos del centro se han acercado para dejarles sus casas y que puedan ducharse o para cualquier otra necesidad.

"Cuando las familias se realojaron en el inmueble, que llevaba ya tres años terminado y vacío, la propiedad era de Maexpa, una gran constructora e inmobiliaria en quiebra cuyo dueño se encuentra imputado en varios procesos judiciales. En fechas recientes la propiedad del inmueble ha pasado de Maexpa a Ibercaja, entidad bancaria con la que Maexpa había contraído una sustanciosa hipoteca", explican en un comunicado fuentes de la Corrala.

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Los vecinos esperan que cualquier posible acuerdo pueda servir de base para próximas modificaciones legales y para otras familias que han perdido sus hogares.

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