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El temporal de lluvia deja sin clase a 14.000 alumnos y corta carreteras

El hundimiento del muro de un edificio causa cinco heridos en Oliva

Vivienda dañada en Oliva después de que se desplomara sobre ella una pared del edificio contiguo.
Vivienda dañada en Oliva después de que se desplomara sobre ella una pared del edificio contiguo. NATXO FRANCÉS

El fuerte temporal de lluvia que azotó este lunes el norte de la provincia de Alicante y el sur de la de Valencia dejó sin clase a 13.900 alumnos. La decisión fue adoptada por los Ayuntamientos de la comarca de La Marina Alta al conocer el aviso de alerta roja por lluvias en la Comunidad Valenciana. Fuentes de la Consejería de Educación concretaron que se había suspendido la actividad lectiva en 35 centros de enseñanza obligatoria (colegios e institutos) y en 25 centros que son escuelas de adultos, infantiles, de idiomas y de enseñanza de música.

La medida afectó a centros docentes de las localidades de Dénia, Xàbia, El Verger, Els Poblets, Vall d’Ebo, Teulada-Moraira, El Poble Nou de Benitatxell, Benimelli, Beniarberg y Ondara.

Las mayores cantidades de agua se recogieron en localidades de La Marina Alta y L’Alcoià, donde destacan los 190 litros medidos en Adsubia-La Vall de Gallinera, 160 en Muro de Alcoi, 154 en Murla, 119 litros en Beneixama, 110 en Villena, 86 en Confrides, 77 litros en Alcoi, 61 litros en Agres y 45 en Guadalest. En la provincia de Valencia se recogieron, en tan solo 24 horas, 206 en Villalonga, 138 en Estubeny, 122 en Bellús, 109 en Vallada, 95 en Càrcer, 87 en Alzira, 69 en Antella, 33 en Ayora y otros 30 en Millares.

La fuerza del agua

Cierre de colegios. Las intensas lluvias que cayeron entre el domingo y ayer entre las provincias de Alicante y Valencia, dejaron ayer a casi 14.000 alumnos sin clase.

Derrumbe. La pared lateral de un edificio de Oliva se derrumbó sobre la vivienda vecina causando cinco heridos.

Rescates. Dos personas tuvieron que ser sacadas de sus vehículos por los servicios de emergencia después de que la fuerza del agua los arrastrase en Oliva y Moixent.

El suceso potencialmente más peligroso de cuantos dejó la jornada de lluvia se vivió en Oliva. La pared de un edificio del municipio se desprendió y cayó sobre la vivienda contigua, de dos alturas, donde se encontraban cinco miembros de una familia, que resultaron heridos. A mediodía, sin embargo, los tres adultos ya habían sido dados de alta en el hospital, mientras que los dos niños, uno de tres años y el otro de cinco meses, continuaban ingresados en el Hospital de Gandia como medida de precaución.

La fuerza que adquirieron los ríos y barrancos de las comarcas de La Marina Alta y La Safor obligaron a los servicios de emergencia a rescatar a dos personas cuyos vehículos estaban siendo arrastrados por el agua. Uno de ellos fue sorprendido por el caudal en Oliva mientras circulaba en una furgoneta en el paraje de la Font Salada. Los bomberos lograron enganchar la furgoneta a uno de los vehículos de emergencia y extraer la furgoneta del barranco. El conductor no sufrió heridas.

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En Moixent fue la Guardia Civil la que rescató a una mujer cuyo automóvil estaba siendo arrastrado por la fuerza del agua del río Cànyoles. Cuando llegaron al lugar, la mujer se hallaba subida al techo de su coche. Los agentes lograron sacarla utilizando cuerdas y con la ayuda de vecinos de la localidad.

Dos personas son rescatadas de sus vehículos tras ser arrastrados

La intensa lluvia caída en la zona elevó el caudal del río Cànyoles muy por encima de lo normal, como ocurrió también en el caso de los ríos Girona y Serpis.

A lo largo del día, las inundaciones y la caída de ramas provocaron el corte de varias carreteras. Fue el caso de la CV-598, en la zona del acceso a Canals. De la carretera CV-600, entre las poblaciones de Xàtiva y Simat de La Valldigna. De la CV-543, en Carcaixent. Y de otras dos vías que fueron despejadas entre Ontinyent y Bocairent (la CV-81) y en Benidorm (CV-574).

El viento también causó problemas en el mar, aunque los ferrys entre Dénia y Baleares siguieron funcionando. Los pescadores de la capital de La Marina Alta y de otras poblaciones, como Xàbia, se mantuvieron en su mayor parte en puerto ante el fuerte oleaje. Numerosos cultivos resultaron anegados en las mismas zonas.

“He oído un trueno muy grande y la casa se ha hundido”

I. Z., Valencia

La caída potencialmente trágica de la pared lateral de un edificio, que cayó sobre la planta superior de una vivienda adyacente sobresaltó este lunes a vecinos del municipio de Oliva, en la comarca de La Safor. “He oído un trueno muy fuerte, como si fuera una bomba, y se ha venido abajo”, comentaba una vecina ante las cámaras de Canal 9. A pesar del estrépito y del riesgo que entrañó, las consecuencias fueron mucho menos graves de lo que cabía esperar: en la planta superior de la casa, cuyo techo se hundió completamente, había en ese momento cinco personas. Tres adultos, de 21, 25 y 29 años, y dos niños, el menor de los cuales tiene solo cinco meses. La familia, que regenta el bar que hay en la planta baja, ubicado en la carretera de Dénia, pudo salir por su propio pie de la vivienda. “Han salido todos sucios de polvo y tierra, pero no se veía que tuvieran sangre ni herida”, relató otro vecino del municipio. Los tres adultos fueron dados de alta por la mañana, quedando ingresados los dos niños en el Hospital Sant Francesc de Borgia de Gandia.

El Ayuntamiento de Oliva indicó que los técnicos municipales trabajaban ya para conocer los motivos del desplome de la pared del inmueble. La población llevaba un día sometida a fuerte lluvia y a un intenso viento. “Ha sido un gran susto, pero por suerte no hemos tenido que lamentar ninguna desgracia personal, y eso, en estos momentos, es lo más importante para nosotros”, afirmó Salvador Fuster, primer teniente de alcalde y alcalde en funciones de Oliva.

Las fuertes lluvias han provocado regularmente grandes problemas en la zona entre La Marina y La Safor debido a la acumulación de maleza en el cauce de ríos y barrancos. En 2007, esa combinación provocó la rotura del puente sobre el río Girona a su paso por Beniarbeig. Esta vez, dijo el alcalde en funciones de Oliva, gracias a las obras de canalización de la rambla de la Gallinera, “se ha evitado con seguridad nuevas inundaciones en la ciudad y en nuestras playas, que quedaban anegadas por completo durante dos días”.

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