“En el BNG nos hemos acomodado”

En el descalabro electoral del BNG solo Pontevedra ciudad, feudo de Miguel Anxo Fernández Lores (Sanxenxo, 1954), aguantó el tipo y repitió resultados. El regidor pontevedrés no se postula de entrada para liderar la recomposición del partido, pero llama a su formación a recuperar la crítica radical al sistema que cree que se perdió hace una década, cuando la formación se moderó ante la perspectiva de entrar en el Gobierno. A Xosé Manuel Beiras no quiere ni nombrarlo.

 Pregunta. ¿Cómo califica los resultados del BNG?

Respuesta. Muy malos. Independientemente de que se podía sospechar un incremento de AGE y una bajada del PSOE y nuestra, nunca pensé que llegara a ser tanta. Quizás debamos dar unos mensajes más claros, contundentes y alternativos. Esto parte desde hace mucho tiempo. Desde 2001, nos acomodamos. Hubo actitudes que no eran de recibo. El pensar “ya vamos a gobernar en la Xunta, esto ya está arreglado, ya cenamos con este y con aquel…”

P. ¿Está hablando de la época de Anxo Quintana?

R. No, no, desde la época de Beiras. En 2001 hubo las elecciones en las que bajamos un diputado, antes habíamos tenido una Asamblea, en febrero, y las elecciones fueron en otoño. Bajamos de 18 a 17. Desde que sacamos 18 estamos gobernando en Vigo, en A Coruña y empezamos con unas cosas… que yo nunca hice. Fuimos a la procesión del Corpus, a cenar con Fraga…

P. ¿Se perdió la pureza ideológica?

“Debemos ser una fuerza alternativa, de izquierda y nacionalista radical”

R. No…Nosotros conseguimos los resultados como fuerza de oposición, alternativa. Pero llegamos y dijimos: “Tranquilidad, ya estamos aquí, homologados, vamos a hacer Gobierno”. Craso error, porque se puede estar en el Gobierno y haciendo oposición a políticas incorrectas. El BNG es una fuerza no mayoritaria, que no está de acuerdo con el Estado de las Autonomías, con la UE tal como está planteada ni con las políticas de recortes. Pero si alguien piensa que puede cambiar el marco desde gobiernitos o desde un gobierno de la Xunta donde somos la segunda fuerza…

P. ¿No debería ser el objetivo llegar al Gobierno para cambiar las cosas desde una posición institucional?

R. [Saca el folleto de la Asamblea de 2001 y señala el título]. “Compromiso de futuro, responsabilidad de gobierno”, esta fue nuestra Asamblea. Cuando hay una debacle, una política económica inhumana y cruel de la derecha y el capital, a nosotros nos perciben como fuerza de Gobierno. De repente aparece una fuerza alternativa, novedosa de algún modo, que no es más radical que nosotros y forma parte del establishment tanto como nosotros. IU está gobernando en Andalucía y gobernó con el PSOE en Cataluña y dejó gobernar al PP en Extremadura. Y luego el señor Beiras, que no quiero hablar de él.

P. Pero si habla de AGE…

R. No, no hablo, me metí donde no quería… Lo que creo es que el BNG es y debe ser, a pesar de los errores, una fuerza política alternativa, de izquierda y nacionalista radical. En estas elecciones la percepción fue que estuvimos en el bipartito—-ya se encargó el PP de repetirlo— y de que votamos a favor de los Presupuestos de ZP —solo de los primeros— y hubo otra fuerza que apareció como alternativa más radical, y el descontento de parte de nuestra base e incluso del PSOE se fue para allí. Eso es responsabilidad nuestra, independientemente de que se favoreciese desde fuera. Hubo medios que potenciaron eso y no a Compromiso por Galicia, ni a Mario Conde ni a Rosa Díez. Pero no se acaba el mundo.

“Pensamos que con gobernar la Xunta ya todo estaba arreglado”

P. En el Parlamento, con menos diputados que AGE, hay el riesgo de que los discursos se solapen. ¿Hay que retomar la unidad del nacionalismo?

R. Quizás le dimos demasiada importancia al Parlamento y a los Gobiernos de las ciudades y a cosas de ese estilo, pero el nacionalismo a través del BNG es una fuerza muy vertebrada con los movimientos sociales, no le tenemos que pedir permiso a nadie, vamos a trabajar con los sectores productivoss, que lo están pasando muy mal. Fuimos una fuerza muy seria y no levantamos la voz. Yo la levanto siempre que puedo, y si tengo que llamar lo que tenga que llamar a Telmo, a Mariano o a los sinvergüenzas de Caixanova, lo hago. No era consciente de hasta qué punto eran sinvergüenzas estos tíos. Lo sospechaba, pero no era consciente.

P. ¿Descarta una refundación o cambios sustanciales?

R. O se plantean prioridades o dando bandazos malamente puedes llegar a algún lado. Pero tiene que ser algo colectivo del BNG. Estamos en un gran debate. Soy partidario de montar en el coche, pisar el acelerador y ya vendrán detrás los que me sigan. Y los que no, allá ellos.

P. De tender puentes, nada.

“Si tengo que llamar sirvergüenzas a los de Caixanova, lo hago"

R. Las cosas darán vueltas. Perdimos parte del electorado porque no satisficimos parte de sus expectativas ye consideraron que otra opción les garantizaba mejor la oposición antes estas políticas del PP. Y eso fue un error de campaña fundamental.

P. ¿Por qué en Pontevedra sí se aguantó el resultado?

R. Apoyamos la huelga contra Zapatero, nos manifestamos en la calle, pagamos la extra porque no estamos de acuerdo con los recortes a los trabajadores… Hay que ser contundentes. Los ciudadanos lo habrían entendido mucho mejor. La realidad es que la gente está sufriendo las consecuencias de una política capitalista a ultranza. Y la gente no vota en clave municipal en las autonómicas. La imagen que tenemos en la comarca no es la misma que en otros sitios. Es la de una fuerza política nacionalista seria que se opone a políticas que hacen daño a la sociedad.

P. Tras el resultado ha vuelto surgir su nombre como candidato a liderar el frente.

R. Es una decisión orgánica, no es ni personal. Pero no es un problema de personas, sino de línea política. Anda que no hay candidatos por ahí, feos y que no saben hablar y que están presidiendo cosas. No todo el mundo es un fenómeno mediático. Hasta la señora Merkel, por ejemplo, que Dios me perdone, ni es atractiva ni siquiera debe de ser una gran mitinera, hasta ni habla. Pero en su ciudadanía tiene buena imagen, porque transmite seriedad. La gente se lo cree. Yo voy a aportar mi grano de arena en la Ejecutiva nacional. Tendremos que buscar personas, pero somos muchos. Y somos corredores de fondo.

P. ¿Se puede dar en el futuro un pacto, aunque sea puntual, con EU?

R. Es un tema muy difícil de gestionar. AGE es una coalición en la que surgirán contradicciones. Una cosa es que ante una política antisocial nos encontremos muchos, porque esa política solo sirve para el gran capital de fuera del país. Pero la solución a los problemas reales y de desarrollo económico parte de visiones totalmente distintas. Yo pienso que vivo en un país rico al que desde que entramos en la UE están jodiendo todos los sectores. Está perfectamente planificado. ¿Va a haber dinero para la comercialización de productos gallegos? Vale. Pero para desguazar barcos, cortar viñas, poner cuotas de leche e impedir construir barcos en Navantia no quiero esos fondos europeos. Yo quiero estar para discutir el convenio de Mauritania como gallegos, y no que me represente una señora de Italia que no sabe lo que es un pescado, ni Mariano, ni CiU. A mí eso no me lo resuelve IU ni el PSOE ni el PP.