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JOSÉ MARÍA SANZ | Rector de la Universidad Autónoma de Madrid

“Es imposible organizarse si hay vaivenes económicos cada año”

Sanz pide una financiación más clara y defiende la cautela a la hora de encabezar protestas

Pilar Álvarez
Dvd 583 - 30/10/2012 - Entrevista con José María Sanz Martín, rector de la Universidad Autónoma de Madrid - ©Gorka Lejarcegi
Dvd 583 - 30/10/2012 - Entrevista con José María Sanz Martín, rector de la Universidad Autónoma de Madrid - ©Gorka LejarcegiGorka Lejarcegi (EL PAÍS)

Le hubiera gustado ser rector en época de vacas gordas, pero llegó justo cuando se desmoronaba la financiación autonómica de las universidades públicas madrileñas. José María Sanz (Madrid, 1952) es hombre de ciencias, doctor en Físicas por la Universidad de Stuttgart (Alemania) y licenciado en la segunda promoción del campus que dirige desde 2009. Sanz alza la voz para exigir que los presupuestos que aprueba la Comunidad de Madrid sean más estables porque “es imposible organizarse si hay vaivenes económicos cada año”. Pese a todo, se muestra cauto ante la idea de encabezar una protesta universitaria, como pide su homólogo en la Complutense: “Hay que medir bien las posiciones y ver quién se pone detrás”.

Pregunta. ¿Cómo ve los presupuestos regionales de 2013?

Respuesta. Se mantienen las transferencias de nominativa y son irrecuperables los 135 millones que eliminaron tras la subida de tasas universitarias. Solo habrá recortes en inversiones, un programa muy reducido ya. Son buenas noticias entre comillas después de lo sufrido este año.

P. ¿En la UAM están garantizadas las nóminas y la plantilla?

“Prometimos mantener la plantilla tras la subida de tasas”

R. Cuando hicimos estos recortes, nos comprometimos con la comunidad universitaria a mantener los puestos. Los contratos de profesores y PAS van a ser los mismos, a cambio de que los estudiantes contribuyan con sus tasas. Vamos a incrementar con 500.000 euros nuestro fondo de ayudas a alumnos y hemos tratado de que el incremento en matrícula se refleje en la calidad del servicio. Lo terrible sería que un estudiante que paga hasta un 60% más se encontrara sin un profesor en clase. Ha sido posible porque tenemos unos ahorros. La UAM fue austera en la época de vacas gordas, aunque la Comunidad nos debe 20 millones en inversiones y entre ocho y nueve en extraordinarias.

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P. La UAM dijo oficialmente que las tasas ponen en peligro la equidad y pueden determinar la exclusión económica. ¿Está ocurriendo?

R. Sí, por eso hemos tenido siempre el fondo de ayuda social.

“Hay que atender

P. ¿Se han resentido la matrícula y las becas?

R. El 90% de la matrícula se cubre en junio y algunas plazas de Humanidades en septiembre. Hemos notado casi un 20% de descenso en postgrados. Impartimos grados interuniversitarios con comunidades autónomas donde cuesta la mitad, aunque el título sea el mismo. Y afecta a los másteres para iniciarse en la investigación. No es lo mismo el que estudia marketing que un científico que será mileurista muchos años. Y entre el 7 y el 10% de los alumnos han perdido la beca.

“Todos tienen una universidad cerca, pero sin igualdad

P. Eso sí afecta a la equidad.

“Casi el 10% de los alumnos pierden la beca con las nuevas condiciones”

R. Tampoco el otro sistema la garantizaba. Hay que distinguir entre igualdad de acceso e igualdad de oportunidades. En España prácticamente todo el mundo tiene una universidad cerca. Pero no hay igualdad de oportunidades, no todos pueden estudiar en la universidad que quieren, condicionados por la residencia.

P. En la inauguración de curso en la UAM reprobó a los estudiantes que reventaron el acto a gritos. ¿Entiende que protesten?

R. Lo entiendo, pero pido se respeten los actos académicos. Me parece contraproducente que nosotros mismos nos boicoteemos, veo cierta contradicción.

P. Madrid ha pedido al Ministerio de Educación que revise el derecho a huelga de los alumnos.

R. Hay que pedir responsabilidad a los convocantes sin entrar en eso. Tenemos demasiadas leyes sin sentido, nos pierden las discusiones. Dejemos que el abuso se persiga sin poner líneas.

P. ¿Cómo deben manifestar su postura los rectores?

R. En una institución de gran diversidad, como la universidad, hay que tener cuidado. Uno es rector de todas las culturas y opiniones. Hay que decidir si entrar en el debate, en un momento en el que todo el mundo está sufriendo. La línea roja se dibujará cuando se ponga en peligro el sistema universitario.

P. ¿No lo está?

R. Los recortes limitan nuestra actividad, pero los sufre toda la sociedad. Hay que medir bien las posiciones y, sobre todo, ver quién se pone detrás, no vaya a ser que tomemos medidas exageradas cuando el ataque definitivo no ha llegado. Pediría que seamos cautos y, sobre todo, que actuemos de forma unida.

P. ¿Qué consideraría un ataque frontal a la universidad?

R. Uno contra sus fundamentos: la libertad de expresión y de cátedra, la autonomía en la organización docente, la ordenación académica, nuestra actividad investigadora... Creo que la autonomía en docencia e investigación queda bastante preservada en la Constitución y quizá no suficientemente en la autonomía económica. Necesitamos compromisos de financiación a medio y largo plazo. Es imposible organizar una universidad con vaivenes cada año.

P. Empezaron en 2008...

R. Sufrimos un decrecimiento paulatino, pero la situación de ahora genera inseguridad económica y jurídica. Los reales decretos del Ministerio afectan a las dedicaciones y paraliza la actividad. Contra esto hay que luchar. Que nos digan 'en los próximos cuatro años tendrá estos presupuestos, organícense' para poder encontrar recursos externos.

P. La UAM acaba de conseguir 2,5 millones para investigación.

R. Mientras los recursos disminuyen de forma virulenta en España, en Europa existen proyectos singulares para investigadores, que pueden hacer con el dinero lo que quieran. Deben justificar y mostrar resultados, pero sin cortapisas para dedicarlo a lo que vean oportuno.

P. ¿Cómo les afecta el recorte español en investigación?

R. De forma importante. Lo empezamos a notar hace ya tres años. En la época floreciente, teníamos éxito dentro del plan nacional. Superábamos el 90% de resultados, cuando el promedio nacional era del 70%. Este año, nuestra tasa de éxito es del 53-54% y la media nacional del 45%. Hay menos dinero para proyectos, por eso intentamos que nuestros investigadores vayan a Europa, que ha decidido apostar e incluso incrementar los fondos.

P. ¿Qué puede hacer la Conferencia de Rectores para que España apueste como Europa?

R. Hay un problema de tradición, lo notamos incluso en las épocas buenas. Siempre hemos tenido quejas porque la manera de investigar y hacer proyectos está demasiado regulada.

P. ¿Y qué se puede hacer institucionalmente?

R. Se ha pedido directamente. El Ministerio o, en este caso, la Secretaría de Estado suele ser sensible a estas demandas porque normalmente los cargos han sido investigadores antes y conocen el problema. Pero en las relaciones de la investigación con Hacienda no se ha tenido en cuenta que la actividad investigadora es un poco específica. No es lo mismo contratar una obra que un equipo de científicos.

P. ¿Qué pierde la sociedad sin una apuesta clara por la investigación?

R. A los políticos se les llena la boca. Estamos en una economía que tiene que ser competitiva, que no puede ser una sociedad de servicios. Ese cambio de modelo requiere inversiones fuertes. Hay que conseguir empresas más rentables y sostenibles a través de innovación. En la UAM nos hemos llevado sorpresas muy agradables al ver que el sector empresarial de la zona norte de Madrid ha respondido a nuestra aproximación. Hemos constituido programas de atención a necesidades individuales. Nos acercábamos a la empresa con lo mejor que teníamos. Éramos comparables a Harvard o a Berkeley y esa no era la demanda de las empresas. El éxito es que hemos atendido esa demanda.

P. ¿Qué piden las empresas?

R. Un ejemplo de éxito muy importante ha sido el de una empresa de cajas de cartón que vende mundialmente. Tenían problemas con su pegamento. Hicimos una investigación sobre cómo optimizarlo. El principal fan de la universidad es este empresario que ha visto que se le ha atendido la demanda y le hemos resuelto el problema. Este empresario viene a las reuniones con el grupo de investigación. Tenemos varios ejemplos y los estamos cuidando.

P. ¿Qué ha podido conseguir en su primer mandato y qué le queda por hacer?

R. Hemos desarrollado el plan estratégico y en esa dirección vamos a seguir. Pero falta el salto cualitativo para ser competitivos internacionalmente. Necesitamos apostar por la captación de talento, competir para que los investigadores vengan a la Autónoma en lugar de a Berlín o a Oxford. Tiene que ser una apuesta de Estado, ya que hablan de estar en los ranking…

P. Hay todo tipo de ranking.

R. El sistema universitario español en promedio es bueno y competitivo. Pero faltan las estrellas que los políticos demandan. Es cuestión de apostar. A veces pongo el símil con el plan Ado (Asociación de Deportes Olímpicos). Cuando se decidió obtener medallas olímpicas, se contrataron profesionales extranjeros, se dieron becas, se puso mucho dinero. Aquí se puede hacer algo parecido. Contratar a Premios Nobel. No sé si está entre las prioridades del Gobierno, pero en la universidad hay que luchar por eso.

P. ¿Le gustaría repetir en el cargo?

R. Queda tiempo. Lo estoy discutiendo con mi equipo. Lo normal es agotar dos mandatos pero ahora las principales preocupaciones son cerrar el presupuesto de 2012 y elaborar el 2013. Le respondo con un ‘sí’ condicional.

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Sobre la firma

Pilar Álvarez
Es jefa de Última Hora de EL PAÍS. Ha sido la primera corresponsal de género del periódico. Está especializada en temas sociales y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en este diario. Antes trabajó en Efe, Cadena Ser, Onda Cero y el diario La Opinión. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Sevilla y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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