_
_
_
_
_

La vanguardista historia de la danza contemporánea en Cataluña

Arts Santa Mònica muestra medio siglo de interdisciplinariedad

Una imagen de "Solo per habitació d'hotel d'Àngels Margarit"
Una imagen de "Solo per habitació d'hotel d'Àngels Margarit"CARME MASIÀ

Ha pasado casi medio siglo desde que Joan Brossa y Mestres Quadreny, en 1966, pusieran en escena la acción musical Suite Bufa con Carles Santos, Anna Ricci y la bailarina Terri Maestros, marcando el camino de la danza catalana contemporánea. Medio siglo después, radicalidad e interdisciplinariedad siguen siendo las claves de un arte que siempre tuvo vocación de vanguardia, ruptura y cosmopolitismo. Lo demuestra Artes del movimiento. Danza en Cataluña (1966-2012), la exposición que ofrece Arts Santa Mònica hasta el 26 de enero, que recorre la historia de este medio siglo a través de las individualidades y los grupos, las figuras históricas y los emergentes, los maestros y las escuelas, los estilos y los métodos, los talleres y los espacios de exposición.

En el corazón de la muestra se encuentra De cuerpo presente, una instalación del cineasta Isaki Lacuesta, que rodea el espectador con los siete principales protagonistas de la danza catalana contemporánea, en representación de las diferentes líneas y logros de estos años: Cesc Gelabert, Àngels Margarit, Maria Muñoz, Sol Picó, Andrés Corchero, Thomas Noone y Marta Carrasco. El despliegue semicircular de pantallas y el montaje del cineasta permiten apreciar una coreografía fantasmagórica, en blanco y negro y sin música, formada por siete solos. “Cuando los filmé, los bailarines sabían que acabarían en el mismo espacio, pero no sabían cómo”, explica Lacuesta.

Entre las numerosas entrevistas a figuras destacadas de las artes en movimiento, destaca un solo de la bailarina Constanza Brncic totalmente desnuda, grabado unos días antes de que diera a luz.

Un diccionario visual recoge obras de artistas relacionados con la danza

Trasladar a una exposición una disciplina como la danza, cuya esencia es el movimiento, no es nada fácil, pero cuando se logra es especialmente enriquecedor, porque facilita la visualización de las relaciones y conexiones que se establecen entre los grupos y con los demás creadores. En el claustro, fantásticos trajes de escena, zapatos, sombreros y otra parafernalia, junto con fotografías, textos y los vídeos antes mencionados, llevan el visitante por la historia de la danza contemporánea. En el segundo piso se plasman las relaciones de la danza con las artes plásticas y visuales.

Los comisarios Bàrbara Raubert y Joaquim Noguero, junto con Xavier Rovira responsable del diseño del montaje, han creado un diccionario visual con obras de artistas que se han inter-relacionado con la danza; desde los figurines originales de Frederic Amat para Belmonte de Gelabert-Azzopardi al poema visual de Brossa o una espectacular maqueta de teatro de Antoni Clavé hasta llegar a la reproducción del telón para Parade de Picasso y terminar con el esquema del zapateado de Flora Albaicin, en el libro El arte del baile flamenco.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Entre las sorpresas que aporta la muestra, destacan un escenario que acogerá diversas actuaciones, un programa de visitas guiadas danzadas y una web (www.liquidmaps.org/artsdelmoviment), que articula un primer mapa-archivo de la escena de la danza catalana.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_