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Nueve años de cárcel por golpear y dejar inválido a un vendedor de rosas

Como consecuencia de la paliza, Moghsan Ali A. tuvo que estar hospitalizado casi cinco meses

La Audiencia de Girona ha condenado a nueve años y medio de prisión a un joven de Figueres (Girona) por golpear "brutalmente" a un vendedor de rosas con quien no estaba de acuerdo por el precio que le quería cobrar por una flor.

Sucedió sobre las dos de la madrugada del 11 de enero de 2010 cuando el condenado, Héctor Xavier P., de 21 años entonces y nacido en Honduras, salió de un bar de la calle de Méndez Núñez de Figueres junto a la víctima, Moghsan Ali A., y dos hombres más, según relata la sentencia.

Una vez en el exterior, preguntó al vendedor el precio de las rosas y, al parecerle excesivo, comenzó a golpearle repetidamente en la cabeza y estómago, dejándolo inconsciente y sin respiración, huyendo además con las flores que la víctima tenía para su venta.

Como consecuencia de la paliza, Moghsan Ali A. tuvo que estar hospitalizado casi cinco meses, quedándole varias secuelas como alteraciones en el habla, perdida de la memoria y de visión, comportándole una invalidez laboral absoluta reconocida con un grado de disminución del 65%.

Para esclarecer los hechos, el juez se ha basado especialmente en la declaración como testigos durante el juicio del dueño del bar y de uno de los dos hombres que salieron esa madrugada con Héctor Xavier P. del establecimiento.

Y es que durante el juicio, tanto el acusado, según el juez más por "una estrategia de defensa que por una real falta de recuerdo", como la víctima por las secuelas de la paliza, declararon no recordar prácticamente nada de lo sucedido. Pero los relatos de estos testigos han permitido acreditar que Héctor Xavier P. ya estaba borracho cuando llegó al bar sobre las 23.00, pero que además en el establecimiento se bebió al menos 10 cervezas más. También han permitido desvelar que la víctima vendía las rosas a dos euros, lo que desencadenó la ira del acusado, que quería comprárselas a un euro, a lo que el primero se negó.

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Por todo ello, el juez le ha condenado a siete años y medio por un delito de lesiones agravadas y dos más por otro de robo con violencia e intimidación; además, deberá indemnizar a la víctima con 286.000 euros. Ahora, el acusado todavía tiene la posibilidad de presentar un recurso de casación contra esta sentencia de la Audiencia de Girona en el Tribunal Supremo (TS).

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