_
_
_
_
_

El ‘efecto Maroto’ se deshincha

Los ajustes en Madrid y en Álava lastran el resultado del PP en su feudo Dirigentes del partido asumen que no ha funcionado la clave local y foral

Recuperar el mando en la Diputación de Álava y el Ayuntamiento de Vitoria supuso en 2011 una auténtica dosis de autoconfianza para el PP, que desde entonces ha enfocado muchas de sus batallas por el frente alavés, como los choques con el Gobierno socialista tras romper en mayo pasado el pacto que les unía.

Por eso, los resultados que logró anteayer en Álava han resultado especialmente amargos para los populares, si bien la pérdida de escaños es la misma —un puesto— que en las otras dos provincias. El PP es ahora la cuarta fuerza política en la provincia que gobierna, una Álava que vuelve a tener mayoría nacionalista. La política de recortes del Ejecutivo de Mariano Rajoy, junto a los que también ha adoptado la Diputación, han penalizado a sus siglas, pero una de las grandes bazas por las que el PP había apostado para mitigar esa caída —llevar al alcalde de Vitoria, Javier Maroto, como número dos en la lista— no ha logrado frenar el desgaste.

El PP logró el domingo 29.303 votos en Álava, de ellos 23.921 en Vitoria, un 18,95% que le han supuesto cinco escaños. Si se extrapolasen los datos al ámbito municipal y foral, el PNV arrebataría la Diputación al PP y en el consistorio vitoriano se daría un empate a tres —PNV, PP y PSE con siete concejales— frente a seis de Bildu.

¿Excesiva influencia de los recortes o descontento con la gestión del PP en esta provincia? Basagoiti ya recalcó el mismo domingo que los alaveses no habían votado pensando en la gestión del partido. Sin embargo, el propio Maroto ligó estrechamente su campaña a su actuación como regidor. El alcalde resaltó en reiteradas ocasiones que acudirá a la Cámara como “alcalde de Vitoria, a defender los derechos de los alaveses”, junto a un duro discurso en torno a las ayudas sociales e, indirectamente, contra los extranjeros que las cobran.

“Incorporar al alcalde no ha hecho que se vote en esa clave de municipales y forales”, reconocen fuentes del PP, informa Javier Rivas. “En esos comicios tenemos una utilidad determinada: somos un partido con opciones de gobierno, pero en las autonómicas no las teníamos y no ha funcionado esa utilidad”, añaden.

En cambio, en otros municipios alaveses en los que gobierna el PP, como Oyón, Baños de Ebro, Yécora, Labastida y Laguardia, sí logró la victoria antayer. Solo en Navaridas y en Vitoria, no ha revalidado la condición de primera fuerza que logró en 2011.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La caída de la capital —1.968 votos sobre 2009— resulta inferior a las de otras fuerzas, ya que el PSE pierde 14.000 sufragios, pero pese a ello los socialistas le sacan a los populares 835 papeletas de distancia. El resultado está cargado de simbolismo: Maroto arrebató la alcaldía en mayo de 2011 precisamente al socialista Patxi Lazcoz, su eterno rival.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_