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“La fuga de cerebros será muy perjudicial para España”

El físico valenciano dirige desde hace cinco un equipo de 20 científicos y estudiantes de Massachusetts Institute of Technology (MIT)

J. G.
Valencia -
Pablo Jarillo-Herrero
Pablo Jarillo-Herrero

El físico valenciano Pablo Jarillo-Herrero tiene 36 años y dirige desde hace cinco un equipo de 20 científicos y estudiantes de Massachusetts Institute of Technology (MIT). Su grupo investiga las propiedades del grafeno, un material descubierto hace ocho años que podría utilizarse para fabricar pantallas táctiles flexibles. El Gobierno de Barack Obama le concedió el pasado agosto un premio como joven investigador dotado con 750.000 dólares. Con el dinero sufragará una parte de sus trabajos durante cinco años. Jarillo-Herrero recaló en EE UU tras cursar un máster en la Universidad de California. Responde a EL PAÍS por videoconferencia.

Pregunta. ¿Cree que podría haber desarrollado su carrera en la Comunidad Valenciana?

Respuesta. Probablemente, no. Cuando me fui había muy pocos grupos de investigación en Valencia. Y Holanda, donde me marché inicialmente, era el país más avanzado en mi especialidad.

P. ¿Cómo valora la situación de los investigadores de la Comunidad?

R. No la conozco con exactitud. Lo que sé es por los medios y mis colegas, que me han contado la situación del Centro de Investigación Príncipe Felipe [buque insignia de la ciencia valenciana afectado por un ERE de 113 personas]. En la Comunidad y en el resto de España no existe la cultura científica de EE UU, donde impera el mérito. El problema va más allá de la falta de fondos provocada por la crisis.

P. ¿En los centros de investigación de EE UU sería posible un despido multitudinario como el del Príncipe Felipe?

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R. Podría producirse, pero por distintas razones. Aquí si se cierra un centro es porque no funciona. Los investigadores buenos tienen muchos medios y los mediocres, muy pocos. Estoy a favor de este sistema. La profesión de científico es muy necesaria para la sociedad, pero supone un lujo para quien la ejerce. Te pagan por hacer algo que te interesa. Esta carrera no puede ser ni caritativa ni democrática. En relación a las investigaciones del Príncipe Felipe, que conozco a través de compañeros, creo que juegan un papel importante

P. La situación económica y los recortes empujan a muchos investigadores a emigrar. ¿Corre España el riesgo de sufrir una fuga de cerebros?

R. Desde luego. Es un riesgo. Antes de la crisis, se empezó a moderar la fuga de cerebros de Europa hacia EE UU. Y cuando se había recuperado, empeoró la economía. Ahora se vuelve a producir la emigración de investigadores españoles a Reino Unido, Alemania y Canadá. La fuga de cerebros será muy perjudicial para España.

P. ¿Se plantea regresar?

R. A corto plazo, no. Tengo un trabajo temporal en MIT. Si dentro de dos años supero una evaluación muy dura, me convertiré en profesor permanente. Es difícil encontrar un sitio en España que me ofrezca estas oportunidades. En EE UU se valora a los científicos y las ideas frescas de los jóvenes. Se refleja en los salarios y también para los investigadores buenos, trabajadores y ambiciosos.

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Sobre la firma

J. G.
Periodista de la sección de Investigación. Licenciado en Periodismo por el CEU y máster de EL PAÍS por la Universidad Autónoma de Madrid. Tiene dos décadas de experiencia en prensa, radio y televisión. Escribe desde 2011 en EL PAÍS, donde pasó por la sección de España y ha participado en investigaciones internacionales.

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