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Una noche más con Cage

Cartridge Music cierra el primer bloque de eventos para el centenario del nacimiento del compositor

Inés Borràs.
Inés Borràs.ROMÁN YÑAN

Ha sido una proeza. A lo largo de 12 horas, de la medianoche del martes al mediodía de ayer miércoles, Carles Santos e Inés Borràs han interpretado al piano Vexations de Erik Satie, en la penumbra del claustro del centro Arts Santa Mónica. Los dos músicos, que estuvieron acompañados por espectadores durante todo el concierto, se alternaron para tocar durante 840 veces seguidas este enigmático motivo, que fue interpretado íntegramente por primera vez en 1963, en Nueva York, por John Cage. “Este es el prototipo de evento que no existiría sin Cage. Es un artista fundamental por todo lo que es y por las directrices que ha marcado”, indicó Carles Santos, quien invitó los espectadores a participar con toda espontaneidad en la obra. “No hay que apagar el móvil, al contrario si os llaman contestad tranquilos y hablad, todos los sonidos pasarán a formar parte de la acción musical”, añadió el compositor, mientras que Borràs alabó quienes intervinieron equipados con mantas y cojines para hacer la estancia más agradable. “Es como caer en trance, como una borrachera sonora”, puntualizó.

El concierto ha sido uno de los momentos álgidos de John Cage. Sonidos en libertad, el programa organizado por Arts Santa Mónica, la Fundación Tàpies y el Instituto de Estudios Norte-Americanos para conmemorar el centenario del nacimiento del músico y compositor, que revolucionó la escena de la creación sonora del siglo XX.

“A menudo la música de Cage queda oculta detrás de las idiosincrasias del personaje. En esta ocasión hemos querido equilibrar conferencias y conciertos, de la misma forma que Cage combinaba teoría e interpretación”, explicó Lluis Nacenta, comisario junto con Carmen Pardo de un programa que se desarrolla siguiendo las sucesivas etapas de la trayectoria de Cage y ofrece la posibilidad de asistir a conciertos y lecturas de sus escritos que nunca han tenido lugar en Barcelona antes.

Tras Roaratorio, una pieza inspirada en la narrativa de James Joyce y concebida para la radio, que ha sido interpretada por la Orquestra del Caos, el ciclo de conciertos en ASM se concluye este jueves con Cartridge Music, en la que cinco músicos generan su porción de partitura, según unas instrucciones que, aunque precisas, dejan margen para la intervención del interprete y el azar.

“El azar en Cage no es casualidad como a menudo se cree. Cage utiliza el azar según un método que le permite no colocar sus emociones y gustos para no manipular los sonidos y dejarlos expresarse. De ahí los sonidos en libertad del título”, indicó Carmen Pardo. El evento proseguirá en noviembre, en la Fundación Tàpies donde se llevarán a cabo las conferencias y lecturas de textos de Cage. Estas incluyen la intervención de la artista y performer Esther Ferrer y la acción del músico minimalista estadounidense Tom Jonson, que prestará las sonoridades de su voz a un fragmento de Empty Words de Cage. Más conciertos y conferencias en la Universidad de Barcelona, cerrarán el programa en diciembre.

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