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Los sindicatos y Camps plantan al presidente

El malestar social existente se visualizó ayer en el acto institucional celebrado en el Palau de la Generalitat con motivo del 9 d’Octubre

El malestar social existente se visualizó ayer en el acto institucional celebrado en el Palau de la Generalitat con motivo del 9 d’Octubre. Las principales organizaciones sindicales, con CC OO y UGT del País Valenciano a la cabeza, decidieron plantar al presidente del Gobierno valenciano en protesta por la ruptura del diálogo social y las medidas de ajuste iniciadas que implicarán el despido de cerca de 5.000 de los alrededor de 11.000 empleados del sector público valenciano. El presidente de la patronal autonómica Cierval, José Vicente González, de viaje en el exterior, tampoco acudió

El acto, que habitualmente tiene un carácter solemne, fue más deslucido que en anteriores ocasiones. El expresidente de la Generalitat Francisco Camps, que mantiene escaño y es miembro del Consejo Jurídico Consultivo, no acudió al discurso y entrega de distinciones, aunque sí lo hicieron los otros tres expresidentes: los populares José Luis Olivas y Eduardo Zaplana y el socialista Joan Lerma. Tampoco acudió el defenestrado portavoz del Grupo Parlamentario Popular Rafael Blasco, imputado en el caso Cooperación.

Zaplana, cuyos enfrentamientos con Camps fueron durísimos, se jactó de que durante su mandato como presidente de la Generalitat no tuvo, en la responsabilidad de su cometido, “ningún problema jamás índole judicial”. “Eso es un orgullo”, remachó.

El ministro de Asuntos Exteriores, el valenciano José Manuel García Margallo, si estuvo presente en el acto institucional, al que acudió menos gente de lo habitual. La tradicional recepción que se ofrecía a los colectivos ciudadanos a mediodía se suspendió por segundo año consecutivo por motivos de ahorro.

Tras los parlamentos y la entrega de galardones, los portavoces de los distintos grupos políticos valoraron la encuesta realizada por Metroscopia para EL PAÍS. Un sondeo que apunta a hipotético un vuelco electoral, en el que la izquierda podría formar una coalición para gobernar.

Los grupos de la oposición —PSPV-PSOE, Compromís y Esquerra Unida— interpretaron el resultado del sondeo como una constatación de que el PP “ha perdido la mayoría social”.

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El PP perdería, según la encuesta, la mayoría absoluta, con un retroceso de 13 escaños sobre 55. Ni siquiera la entrada de UPyD, el partido de Rosa Díez, que obtendría hasta seis escaños, daría la oportunidad al PP de gobernar en coalición.

Los socialistas perderían ocho de sus 33 escaños y Compromís y EUPV lograrían 13 cada uno. El líder de los socialistas, Ximo Puig, insistió en que los populares han retrocedido en apoyo social, si bien reconoció que el PSPV tiene “mucho que mejorar”.

El portavoz parlamentario de Compromís, Enric Morera, se mostró contento porque “los ciudadanos saben que tenemos una alternativa”. Marga Sanz, cabeza de Esquerra Unida, valoró “el salto cualitativo importantísimo”, dado por su formación. Jorge Bellver, portavoz del PP en las Cortes, destacó que el sondeo se realiza “en el peor de los momentos” y añadió que tendrá en cuenta los resultados.

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