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Pachi Vázquez arriesga, Feijóo se revuelve

Del frío intercambio de intervenciones apenas se salvaron las refriegas por los supuestos contratos de Pemex o el futuro de las pensiones

Los candidaros a su llegada al debate.
Los candidaros a su llegada al debate.LAVANDEIRA (EFE)

En el escaso margen que dejaba el rígido debate entre los candidatos del PP y del PSdeG, el socialista Pachi Vázquez apostó por pasar a la ofensiva. Es el aspirante, y necesita darle la vuelta al partido. Feijóo, más previsible, se revolvió contra las acusaciones con muchos de los argumentos con que se suele emplear en el Parlamento -llegó a referirse a su contrincante como "señoría"--, pero abusó de las referencias a otras comunidades como Andalucía, a la consabida herencia o a acontecimientos como la Conferencia de Presidentes, de nulo interés en un debate tan encorsetado pero tan a pie de calle como trató de bajarlo el candidato del PSdeG.

Del frío intercambio de intervenciones apenas se salvaron las refriegas por los supuestos contratos de Pemex, el futuro de las pensiones, la fusión de las cajas o el modelo del hospital de Vigo, que Feijóo intentó rentabilizar pese al reconocido atasco financiero en que se encuentra. Para el final quedó el autogobierno, que el candidato a la reelección convirtió en un balance de resultados. "Blindar el autogobierno es que Galicia no sea rescatada", comenzó, para insistir después en que es más fácil "agitar sentimientos que pagar facturas". Siempre en la línea de que Galicia no va tan mal como las demás autonomías que preside su discurso. Vázquez contraatacó con un gancho. "Para usted la democracia es un gasto".

Pero la mayor ventaja en el debate la obtuvo Pachi Vázquez cuando la conversación condujo a los acuerdos con Pemex. Se resistió a salir, pero a la menor alusión del socialista replicó el candidato del PP con una carta de un cargo de Pemex en España para justificar que los contratos no se pueden hacer públicos, y deshacer así el embrollo, por "cuestión de derechos de autor". "Enseñe el contrato", le interrumpió Vázquez, que denunció la "huida hacia adelante" de su rival. Feijóo dedicó más esfuerzos en justificar la ocultación de los contratos que en demostrar la existencia de los mismos.

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La parte más tibia del enfrentamiento correspondió al segundo bloque, el relacionado a bienestar —después del económico y antes del autogobierno—, en el que Pachi Vázquez deslizó promesas como la de anular los conciertos a los colegios que separan por sexos o impedir que los mayores sigan pagando medicamentos. "Austeridad es prescindir de lo que sobra; prescindir de lo que se necesita es pobreza", le reprochó a Feijóo. El candidato a la reelección, que no dejó de agitar en ningún momento el previsible pacto con los nacionalistas de su rival, exhibió el ahorro conseguido en Galicia con la reducción de medicamentos sufragados por la Seguridad Social, el famoso catálogo, que aseguró que se dedicó "a construir hospitales". "Mientras otras comunidades autónomas cierran hospitales, nosotros los construimos", añadió.

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