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Fomento del Trabajo se opone a la apuesta independentista de Mas

Joaquim Gay de Montellà y Josep Piqué muestran la inquietud empresarial

Joaquim Gay de Montellà.
Joaquim Gay de Montellà.CONSUELO BAUTISTA

El proceso soberanista abierto por el presidente de la Generalitat, Artur Mas, inquieta, y mucho, al empresariado catalán. Si primero fue el presidente del grupo editorial Planeta, José Manuel Lara, el que amenazó con irse de Cataluña si la comunidad se independizaba, ayer fueron dos de los máximos exponentes del empresariado catalán los que mostraron su preocupación por el momento político que se vive en Cataluña: Joaquim Gay de Montellà, presidente de la patronal Fomento del Trabajo, y Josep Piqué, presidente del Círculo de Economía.

Gay de Montellà participó en un desayuno informativo y dejó dos ideas claras sobre la mesa: que con la grave crisis actual no es momento de hacer cambios bruscos y que la política no debe suponer un obstáculo para la economía. Es decir, que es el peor momento para abrir el melón independentista.

“En tiempos de crisis, las empresas necesitan debates políticos que no supongan obstáculos añadidos a los proyectos empresariales”, planteó Gay de Montellà, que alertó a Mas frente a su voluntad de hacer un referéndum “sea legal o no”. Las propuestas políticas, apuntó el presidente de la patronal, deben hacerse respetando la lealtad institucional y “en los espacios democráticos adecuados y de acuerdo con la legalidad”.

Por ello, Gay de Montellà conminó a Mas y al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a seguir negociando el pacto fiscal, tras la negativa del segundo a discutir el modelo de financiación y la apuesta del primero por unas elecciones centradas en la futura convocatoria de un referéndum por la independencia. “El pacto fiscal sigue siendo válido”, cerró Gay de Montellà.

El presidente de la patronal, sin embargo, quiso quitar dramatismo a la situación y desmintió que la amenaza de Lara de marcharse ante una hipotética independencia se pueda extender entre el empresariado. “No he encontrado a ningún empresario que me haya dicho que cambiará su sede social”. Es más, Gay de Montellà se mostró convencido de que Planeta mantendría su sede en Barcelona.

Josep Piqué no quiere ni pensar qué haría con Vueling si Cataluña fuese independiente: “Anticiparse a hipótesis poco plausibles no es conveniente”, dijo en una entrevista a Onda Cero, donde alertó de que cualquier cambio de estado jurídico-político puede provocar “algún tipo de reflexión” en las empresas multinacionales.

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Piqué remarcó la inquietud que siente el empresariado catalán ante el proceso independentista, y exigió a Mas que no caiga en ambigüedades en estas elecciones: “Hay que exigirle claridad. Que explique a los ciudadanos por qué les está pidiendo el voto y para qué. No para conseguir un cheque en blanco, para después no saber muy bien qué es lo que se persigue”, aseveró.

Convencer a los empresarios es una titánica tarea que Mas lleva días intentando. Ayer le ayudó la Cámara de Comercio de Girona, que se mostró favorable a una consulta. El presidente Mas quiso tranquilizar al empresariado asegurando que “sean cuales sean los procesos políticos el mercado está abierto para todo el mundo”.

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