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El exdelegado de Empleo niega que ordenara el soborno de Mercasevilla

Rivas: “A Mellet se le fue la cabeza cuando me acusó o actuó presionado”

Javier Martín-Arroyo
El exdelegado de Empleo en Sevilla Antonio Rivas, ayer al llegar al juicio por el caso Mercasevilla.
El exdelegado de Empleo en Sevilla Antonio Rivas, ayer al llegar al juicio por el caso Mercasevilla.GARCÍA CORDERO

“Jamás” fue el adverbio más repetido ayer por Antonio Rivas. El ex alto cargo de la Junta, enjuiciado en el caso Mercasevilla, pretendió ser categórico para negar la acusación de ser la persona que encargó a la antigua cúpula de la empresa pública la petición de un soborno de 450.000 euros a dos empresarios. Rivas se defendió con entereza, pero eso sí, solo respondió a las preguntas del fiscal y de su abogado, y evitó las preguntas más espinosas de las acusaciones.

“Es total y absolutamente falso”, afirmó el exdelegado ante las insinuaciones de haber ordenado la supuesta extorsión, tal y como afirmó el exdirector de Mercasevilla Fernando Mellet en sus declaraciones ante la policía y la fiscalía. Pero como Mellet evitó declarar ante el jurado, su acusación contra Rivas no pudo ser refrendada y el magistrado presidente, Ángel Márquez, rechazó admitir como prueba en el juicio esa declaración previa. Y esta decisión judicial despejó muchas piedras en el camino judicial de Rivas. Solo la declaración el jueves del también acusado exsubdirector Daniel Ponce devolvió algún escollo, cuando recordó que Mellet le había comentado que Rivas estaba detrás de la cifra de 300.000 euros para exigir como comisión ilegal [a este dinero se sumaría luego 150.000 euros].

Hay dos llamadas telefónicas registradas entre Rivas y Mellet, pero el primero señaló ayer que solo quería saber una cuestión tan intrascendente: por qué la hija de su secretaria no iba en la cabalgata de Reyes Magos. Cuando al exdelegado le preguntaron por qué razón Mellet pudo haberle acusado, respondió raudo: “No he sido capaz de encontrar una explicación lógica. Se le habrá ido la cabeza o habrá actuado bajo presiones de terceros”.

Rivas explicó que en 2007 celebró una primera reunión para hablar de la necesidad que existía en Sevilla de contar con una escuela de hostelería, a la que asistieron los empresarios de la Raza, el entonces presidente de la Asociación de Hosteleros, Juan Robles, y el intermediario Juan Lanzas, imputado en el caso de los ERE, una secuela del caso que se juzga estos días. Cuando sonó el nombre de Lanzas saltaron las alarmas en la sala. Y Rivas respondió que desconocía a quién representaba Lanzas en dicha reunión, pero que supuso que “iba de asesor de alguna empresa”. Lanzas intermedió en el ERE de Mercasevilla, expediente en el que se incluyó como intruso al exdirigente del PSOE de Baeza (Jaén), Antonio Rodrigo Santoyo.

Rivas se negó a interpretar un protocolo de 2007 para promover la formación en el sector hostelero, porque “no es universitario ni abogado”, dijo. Tampoco quiso identificar las voces de Mellet y Ponce, pese a que ambos le han perjudicado con sus declaraciones. El lamento devenido de su imputación fue amargo: “Llevo tres años pagando y penando; han destrozado mi vida política y personal por una falsa acusación”.

Las preguntas del jurado estuvieron a la altura de días previos, y ayer interrogaron a Rivas sobre su conocimiento como delegado de Empleo y director provincial del SAE (Servicio Andaluz de Empleo). “¿Alguna vez como delegado estuvo al tanto de que algún funcionario hubiera recibido dinero a cambio de determinadas gestiones?”, le inquirieron. También le preguntaron por la subvención excepcional y su potestad para otorgársela a Mercasevilla. “Yo no he hecho una subvención excepcional en mi vida. No puedo. La resolución la firmó el consejero”, contestó Rivas.

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Fuentes jurídicas valoraron la preparación del jurado, cuyos miembros siempre son observados con desconfianza en círculos jurídicos, especialmente por los abogados, que les achacan una tendencia a condenar: “Tenemos un jurado muy preparado a tenor de las preguntas”.

Por fin ayer el juicio careció de fallos técnicos.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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