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Osakidetza facilitará que los pacientes identifiquen a los sanitarios euskaldunes

El Servicio Vasco de Salud empezará a extender la iniciativa en noviembre

Cartel anunciando la posibilidad de ser atendido en euskera en un laboratorio vitoriano.
Cartel anunciando la posibilidad de ser atendido en euskera en un laboratorio vitoriano.L. RICO

A partir de noviembre, todo profesional sanitario de Osakidetza que sepa euskera y quiera utilizarlo con los pacientes tendrá la posibilidad de identificarse con una insignia para que los enfermos sepan que pueden dirigirse a él en la lengua cooficial de Euskadi. La iniciativa se centrará en los servicios calificados como “prioritarios” por el plan de euskera del Servicio Vasco de Salud en su reto de conseguir una atención bilingüe: la atención primaria (centros de salud), los servicios de pediatría, las urgencias hospitalarias y las unidades de hospitalización.

Las identificaciones salpicarán Osakidetza a partir de ese mes, desde las puertas de la consulta del médico —el facultativo que sepa euskera tendrá rotulada una en azul junto a su nombre en la puerta—, hasta la cartelería de los distintos servicios de información o atención al paciente. La propia indumentaria de trabajo de los profesionales de Osakidetza también podrá incluir la e azul que representará a los profesionales bilingües con una insignia. Se ha descartado la idea inicial de imprimir el símbolo en batas y uniformes.

Los enfermos podrán pedir la identificación para ser atendidos en euskera

La guía que establece las actuaciones de la iniciativa recoge además la posibilidad de que de las camas de los pacientes que deseen comunicarse en euskera con los sanitarios cuelgue el mismo símbolo y plantea ofrecer insignias similares también a los propios pacientes.

“Inicialmente, la identificación de los empleados bilingües tendrá carácter voluntario”, explica el director de Osakidetza, Julián Pérez Gil, en una misiva remitida a los gerentes de las distintas organizaciones en las que se divide la sanidad pública. Pérez Gil resalta que en el pasado ha habido “esfuerzos” para identificar a los vascoparlantes, pero apunta a la necesidad de una “iniciativa central”.

Osakidetza explica que la medida tendrá inicialmente carácter voluntario
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Todo ello porque “los pacientes tienen dificultades a la hora de identificar a los empleados bilingües”, recoge la guía, una realidad que disuade a la población euskaldun de comunicarse en este idioma con el personal sanitario.

El cambio que Osakidetza pone ahora en marcha es la respuesta a una de las 20 recomendaciones que surgieron a partir de la revisión del plan del euskera de 2005, que se abordó en 2010. Entre esos puntos de mejora figura la necesidad de identificar a los sanitarios para así allanar el camino a la utilización del euskera en la sanidad pública.

Las claves

Más de 6.000 trabajadores de Osakidetza tienen acreditado el perfil lingüístico en euskera. A ellos se suman los profesionales que, sin tener titulaciones específicas, pueden atender en el idioma cooficial al ser euskaldun zaharrak.

Todos ellos podrán ser identificados con el fin de que los pacientes bilingües puedan tratar con ellos en euskera con una mayor facilidad.

El 17% de las plazas estructurales del Servicio Vasco de Salud tiene el euskera como un requisito obligatorio, lo que supone casi 4.500 puestos.

Entre estos últimos puestos, 1.700 están ocupados por personas que aún no han alcanzado el perfil exigido, según los datos de la Dirección de Recursos Humanos de Osakidetza.

Osakidetza encabeza tradicionalmente, junto con otras áreas de la Administración autonómica como la Ertzaintza, la lista de quejas en torno a los derechos lingüísticos de los euskaldunes.

El objetivo es triple: facilitar la comunicación en euskera a los pacientes que así lo deseen, lograr una mayor cercanía entre estos usuarios de la sanidad pública y sus profesionales y, además, posibilitar que la comunicación entre los propios trabajadores sea en el idioma cooficial. El ámbito sanitario ha sido tradicionalmente uno de los más criticados —por ejemplo, por el Ararteko en sus informes— por no garantizar la igualdad de derechos lingüísticos de los vascohablantes.

Más de 6.000 profesionales del Servicio Vasco de Salud son candidatos a sumarse a esta iniciativa. La cifra —el 24% de los puestos estructurales de Osakidetza sobre un total de entre 25.000 y 26.000— es la del personal que ha acreditado tener el perfil lingüístico en euskera. De hecho, 2.000 de ellos tienen un perfil superior al que se les exige. “En realidad son muchos más los que conocen el idioma, porque hay muchos euskaldun zaharrak que no tienen títulos, pero atienden a la perfección en euskera al paciente”, explican fuentes de la Dirección de Recursos Humanos de Osakidetza, que está impulsando las acciones en favor del euskera.

La otra cara de la moneda es que de los 4.458 puestos de la sanidad pública vasca (17% de la plantilla) que tienen como requisito obligatorio conocer el euskera —con datos de diciembre de 2011—, quienes ocupan 1.700 de ellos no tienen el perfil lingüístico necesario acreditado, según Recursos Humanos. Supone un colectivo “prioritario en los cursos de euskera”.

Los gerentes de las comarcas sanitarias ya conocen el proyecto, que cuenta con instrucciones concretas por parte de la Dirección del Servicio Vasco de Salud y los profesionales serán informados por carta en las próximas semanas sobre la iniciativa.

El último paso será informar a la población, a la que se acercará la iniciativa bajo el lema Euskaraz bai sano!, un juego de palabras con los términos en euskera para “sano” y “saludable”, pero también “simpático” y “natural”. A partir de ese momento, serán los jefes de cada una de las unidades en cuestión los responsables de que extienda progresivamente la identificación entre el personal.

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