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En las tripas de lo último de Tim Burton

Una muestra sobre la película 'Frankenweenie' permite conocer su proceso de creación

La clase de ciencias del señor Rzykruski.
La clase de ciencias del señor Rzykruski.M. M.

Víctor es un niño que se aburría en la clase de ciencias del señor Rzykruski. Pero un día se le ocurrió aprovechar las enseñanzas de su profesor para dar vida a su desaparecido perro Sparky. Esta es la historia que Tim Burton recreó en un cortometraje en 1984 y que ahora ha convertido en un largometraje de animación en blanco y negro protagonizado por marionetas articuladas. Antes del estreno de la película, el 11 de octubre, se puede visitar en Madrid la exposición Frankenweenie que muestra el proceso creativo del filme.

Todos los secretos del minucioso trabajo de Burton quedan al descubierto: una réplica de la mesa de trabajo del director y tres sets reales utilizados en el rodaje nos ayudan a meternos en el ambiente de la historia. El aula de New Holland donde Víctor tiene su “revelación”, el desván en el que realiza sus experimentos (se puede jugar con las luces y los elementos de los distintos ambientes) y su habitación, en la que se refugia a jugar con Sparky , componen los tres escenarios de rodaje a tamaño real tal y como se utilizaron para filmar. Además, bocetos, dibujos, fotografías del director y los animadores trabajando, marionetas originales con sus esqueletos mecánicos al aire que permiten observar su complejidad.

De todas ellas, la del perro Sparky ocupa un lugar destacado. Diseccionada por la mitad, deja a la vista los 300 elementos articulados y 45 empalmes móviles que la configuran. Para darle mayor realismo, se fabricaron perros en diferentes posturas: de pie, acostado, corriendo y sentado. Las reproducciones de Víctor con su pelo natural también ocupan un lugar destacado.

Burton ha cuidado cada detalle de la película. Las telas han sido especialmente diseñadas para confeccionar la ropa de los años setenta que lucen los personajes. Un ejemplo de la complejidad de los trajes, tanto desde el punto de vista artístico como técnico, lo da el hecho de que tardaran cinco días en confeccionar alguna de las prendas y una jornada en vestir una marioneta.

Se ha necesitado un equipo de 400 personas, 30 animadores en 30 platós, y 17 o 18 marionetas de cada personaje —lo que permitía rodar con todas al mismo tiempo— para producir una media de 5,8 segundos de película a la semana con la técnica stop-motion (24 movimientos fotograma a fotograma para rodar un segundo).

Los niños que visiten la exposición podrán participar en las actividades especialmente programadas para ellos como los talleres para fabricar máscaras de los personajes de la película.

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El arte de Frankenweenie. Del 29 de septiembre al 6 de octubre. Cuartel del Conde Duque. De 10.30 a 21.00 de martes a sábados. Domingos de 10.30 a 14.00. Entrada libre

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