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La moda se enamora del arte

Las firmas de lujo dedican en Barcelona espacios en sus tiendas a instalaciones artísticas

Escaparate de la tienda Hermés en Paseo de Gràcia con la instalación de Pereira.
Escaparate de la tienda Hermés en Paseo de Gràcia con la instalación de Pereira.

Decenas de minúsculos pájaros negros vuelan en un escaparate de paseo de Gràcia. Pequeñas figuras con forma de golondrina se cuelan en la tienda de Hermès de Barcelona y tratan de hacerse con alguno de los exclusivos artículos de la firma francesa. No se trata de un escaparate más, sino de una obra de la artista gallega Pamen Pereira. Dentro de la boutique, donde algunas de estas aves de hierro forjado sobrevuelan las cabezas de los clientes, hay un frasco de perfume que, gracias a un efecto óptico, parece estar lleno de golondrinas que recorren la botella en una misma dirección. Se trata del proyecto Carte Blanche, nombre con el que la marca ha denominado esta iniciativa con las que se le concede a un artista libertad total para incluir su obra en el escaparate y en parte de la boutique. Por primera vez un español ha recibido este encargo que se podrá ver hasta finales de mes.

No se trata de una propuesta aislada. Las grandes firmas de moda están apostando por potenciar sus principales tiendas con exposiciones de arte temporales. En Barcelona, en el emblemático paseo de Gràcia, donde el prohibitivo precio de los locales hace que solo se instalen joyerías, tiendas de moda y restaurantes, el arte ha encontrado su espacio gracias a las firmas que se han animado ha convertir parte del espacio de sus tiendas en pequeñas galerías de arte.

En la misma avenida de la ciudad, pero unos números más arriba, se expone una selección de imágenes del fotógrafo americano de tendencias y bloggero Scott Schuman. Precisamente otra firma de moda, en este caso Loewe, la empresa de origen español que compró en 1996 el grupo francés LVMH, acoge hasta el próximo 1 de noviembre, una decena de imágenes de transeúntes que por su forma de vestir crean tendencia y que aparecen en el blog de moda callejera de Schuman, The Sartorialist (The Sartorialist), que recibe más de dos millones de visitas semanales.

En la Galería Loewe que la marca abrió hace unos meses se pueden ver las imágenes en las que aparecen jóvenes tatuados, vagabundos con disparatadas combinaciones de ropa o mujeres a la última que se pasean por las calles de París, Nueva York o Londres, entre otras. En la “galería”, donde también se puede comprar alguno de los exclusivos bolsos de la firma de artículos de lujo, hay otro montaje artístico. Se trata de una espectacular performance del artista neoyorkino Daniel Wurtzel, en la que un sistema de corrientes de aire mueve una gran tela que parece danzar a ritmo de música flamenca.

Mientras la crisis económica ha golpeado duramente el mundo del arte, paradójicamente las grandes firmas de moda y objetos de lujo viven uno de los mejores momentos en lo que a venta se refiere. Con propuestas como éstas, las marcas de moda posibilitan la creación artística y se convierten también en mecenas del siglo XXI.

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