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Los ecologistas alertan de que Barcelona World agotará la reserva de agua del área

Las entidades temen que deba recurrirse a una nueva concesión del Ebro

Los terrenos en los que se ubicará el proyecto de Barcelona World.
Los terrenos en los que se ubicará el proyecto de Barcelona World.Josep Lluís Sellart

La Generalitat replicó al no de Eurovegas con el proyecto de seis parques temáticos en Tarragona. El complejo se llamará Barcelona World y se alzará entre Vila-seca y Salou (Tarragonès), en las inmediaciones de Port Aventura. Sin embargo, apenas dos semanas después del anuncio, las polémicas en torno al Barcelona World no dejan de sucederse, en este caso por el agua. Ecologistas en Acción denuncia que el complejo necesitará agua del río del Ebro para funcionar y la Plataforma en Defensa del Ebro teme que ello “degrade aún más” el delta.

Según lo anunciado, además de los seis parques temáticos se crearán 12.000 plazas hoteleras, restaurantes, complejos de ocio y casinos. La promotora del complejo, Veremonte, sostiene que la inversión podría captar a 10 millones de turistas anuales. El consejero de Territorio y Sostenibilidad, Lluís Recoder, en público ya ha descartado que el macroproyecto suponga crear una nueva concesión de agua del río Ebro. “Obviamente, no puede representar cargar un río que ya no admite más trasvases; esto lo tenemos muy claro”, aseguró durante una visita a las comarcas del Ebro.

Sin embargo, a la organización Ecologistas en Acción no le salen los números. La portavoz de la entidad en Tarragona, Elisenda Forés, sostiene que partiendo de las cifras de consumo de los hoteles, el agua que necesitaría Barcelona World superaría, y mucho, la actual reserva del Consorcio de Aguas de Tarragona (CAT) que tienen Vila-seca y Salou. Los ecologistas afirman que el consumo de agua en hoteles de categoría superior es de entre 300 y 450 litros por pernoctación, que deberían multiplicarse por las 12.000 plazas hoteleras del proyecto. “El consumo de agua del complejo superaría los dos hectómetros cúbicos al año”, dice Forés. La organización calcula que esta cantidad desbordará con creces la reserva del CAT —agua del Ebro que hasta ahora no se consumía—, más “una aportación extra el origen de la cual está por definir”. La entidad exige a la Generalitat que explique “si se incorporarán medidas de sostenibilidad en el uso de los recursos, cómo afectará a las zonas húmedas y cómo condicionará la movilidad del Camp de Tarragona este macro-complejo pensado para unas de las pocas zonas del litoral que aún estaban sin masificar”.

En las comarcas del Ebro la inversión también genera recelos. La Plataforma en Defensa del Ebro batallará para impedir que Barcelona World se nutra de más agua del río. “Nuestra posición es clara. Aún no sabemos qué capacidad de agua tendrá, pero cualquier proyecto que necesita agua está bajo sospecha, estamos atentos y preocupados por cómo evoluciona todo”, dice Manolo Tomàs, portavoz de la Plataforma en Defensa del Ebro. La entidad pide que se fije de inmediato por ley el cabal ambiental del río y asegura que si se cumplen los pronósticos aumentarán la degradación y la presión en el tramo final del humedal. “Todos los Gobiernos siguen la misma política de siempre, la tendencia no es preservar ni asegurar los recursos del delta”, explica Tomàs.

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