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El discreto profesor que triunfó en un feudo del PP

El alcalde de Ourense logró en las últimas municipales uno de los escasos triunfos socialistas en Galicia

No era el elegido por la dirección del PSOE gallego y provincial para presentarse como candidato a la alcaldía de Ourense en las elecciones de 2003, pero la defenestración del número uno de la lista —por unas desafortunadas declaraciones sobre la violencia machista— puso a Francisco Rodríguez en la parrilla de salida. No logró a la primera ocasión, pero, cuatro años después, con el apoyo del BNG, barrió de la alcaldía ourensana las décadas del gobierno local del PP. Amparado en un perfil personal de discreción, sencillez y proximidad con los ciudadanos, en 2011 Rodríguez se consolidó en la alcaldía como un oasis, junto a Vigo, en el descalabro general del PSOE en Galicia. Superó con creces el respaldo popular y formó un nuevo gobierno de coalición con los nacionalistas.

El regidor ourensano (Ourense 1954), con plaza en excedencia de profesor en un centro de Formación Profesional en O Carballiño, ha recorrido un largo y hasta el momento exitoso camino político. Fue concejal en el Ayuntamiento de Ourense (gobernador por el socialista Manuel Veiga Pombo) entre los años 1983 y 1991. Con la arribada del PP a la alcaldía de la capital ourensana, Rodríguez consiguió un hueco en las listas de las autonómicas y se hizo con un acta de parlamentario, que mantuvo desde 1991 hasta 1997.

Dos años después, en 1999, el actual secretario general del PSOE gallego y candidato a la Xunta de Galicia, Pachi Vázquez, entonces alcalde de O Carballiño, le hizo un hueco en la lista y lo mantuvo con él como concejal hasta 2003. Fueron años de proximidad personal y política entre ambos socialistas que quebraron de forma estrepitosa en cuanto el protegido de Vázquez se hizo con la alcaldía y el poder orgánico local: la secretaría del PSOE de la ciudad.

En los últimos años, el enfrentamiento entre los antiguos amigos no ha cesado de generar titulares de prensa. Rodríguez plantó cara a Vázquez en el congreso regional del PSOE respaldando abiertamente la candidatura —finalmente perdedora— de la exministra Elena Espinosa. Solo fue el principio de un fuerte pulso entre el regidor y su secretario general. Las relaciones se hicieron añicos cuando en la asamblea del PSOE de la capital ourensana para la elección de los candidatos a las elecciones del Parlamento gallego los partidarios de Rodríguez castigaron a Vázquez, que tuvo que pasar el trago de ser el cuarto más votado en las propuestas de aspirantes a diputados.

 

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