_
_
_
_
_

Duelo de pintores en el Picasso

El museo barcelonés enfrenta a Goya y al autor del ‘Guernica’ en una exposición con dos trabajos casi inéditos inspirados en ‘Las meninas’ de Velázquez

José Ángel Montañés
Dibujo de Pablo Picasso preparatorio para la serie que hizo sobre 'Las meninas'.
Dibujo de Pablo Picasso preparatorio para la serie que hizo sobre 'Las meninas'.

La sombra de Velázquez es alargada, y la proyección de su obra, casi universal. La mayoría de los pintores reconocen sentirse influidos de una u otra forma por el pintor sevillano; incluso otros grandes pintores, como Francisco de Goya y Pablo Picasso, que confesaron su admiración por él, no tuvieron reparos en utilizar su obra como modelo para la propia. La Biblioteca Nacional de España (BNE), dentro del ciclo Otras miradas,con el que conmemora sus 300 años de vida, ha unido a tres de los más grandes pintores españoles de todos los tiempo, Velázquez, Goya y Picasso, para que dialoguen en una especie de duelo a tres.

Grabado de Francisco de Goya que reproduce el cuadro de Velázquez 'Las meninas'.
Grabado de Francisco de Goya que reproduce el cuadro de Velázquez 'Las meninas'.

En una de las salas del primer piso del Museo Picasso de Barcelona se exponen, hasta el 9 de diciembre, tres obras: un grabado, un dibujo y un óleo. En ese espacio nada es lo que parece ser a simple vista. La primera obra parece ser una miniatura (40,5 por 32,5 centímetros) del famoso cuadro Las meninas, obra de madurez de Velázquez (la dio por terminada en 1656) que se ha convertido en una de las más analizadas de la historia de la pintura.

En papel verjurado, realizado en aguafuerte, punta seca y buril, en el grabado se reconoce a todos los personajes de la obra maestra: desde la infanta Margarita hasta el propio Velázquez, pasando por las meninas Isabel de Velasco y María Agustina de Sotomayor, y los enanos Mari Bárbola y Nicolasito. La sorpresa es que el autor no es otro que Francisco de Goya, que realizó esta copia en miniatura alrededor de 1778, y sería una de las primeras aproximaciones del aragonés a la obra de Velázquez, —que, como él, era pintor de cámara real—, que se hizo más que evidente en el año 1800, cuando Goya pintó La familia de Carlos IV. Allí hizo un guiño velazqueño al autorretratarse, también, en la esquina izquierda de la pintura.

Copia realizada por Pablo Picasso del retrato de Velázquez de Felipe IV.
Copia realizada por Pablo Picasso del retrato de Velázquez de Felipe IV.

En Las meninas goyescas, las figuras, un poco espectrales, quedan reducidas al blanco, al negro y a todos los matices del gris. Sin embargo, el resultado de su trabajo no tuvo que gustarle mucho al de Fuendetodos. Al final no editó ni comercializó la obra y la plancha acabó perdida. En la actualidad solo se conservan cinco pruebas, una de ellas es la de la Biblioteca Nacional, desde que en 1880 la depositó allí su dueño de entonces, Valentín Carderera, y ahora ha viajado a Barcelona por vez primera.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Junto al grabado contrasta la segunda obra expuesta. En una hoja de 24 por 30,5 centímetros, que conserva las marcas de haber pertenecido a un cuaderno, se puede ver la primera aproximación que Pablo Picasso hizo a la misma obra de Velázquez. Con lápiz de color azul, el malagueño reproduce con líneas el cuadro sin olvidar sus elementos, las líneas de perspectiva, la luz ni a los personajes —incluido el mastín recostado—, que parecen estar en un escenario teatral en el que sobresale un desproporcionado Velázquez. Fechado el 16 de agosto de 1957, se considera el único dibujo preparatorio del ciclo de 58 obras que el malagueño realizó en torno a Las meninas entre agosto y diciembre de 1957 y que por decisión suya se puede admirar en su museo barcelonés tras donarla. El dibujo expuesto fue donado al centro de Barcelona en 2009 por Catherine Hutin, hija del pintor y Jacqueline Roque.

El ‘picasso’ es anterior a las 58 obras del ciclo sobre ‘Las meninas’

No es la última sorpresa de la sala. En la pared de enfrente, observa el montaje de las dos obras y a los miles de turistas que cada día visitan este museo un retrato de Felipe IV, un óleo (54,2 por 46,7 centímetros) que sin dudarlo diríamos que está realizado por el mismísimo Velázquez. Craso error. Se trata de una copia de esta obra realizada por Picasso cuando el aprendiz de pintor, que contaba solo 15 años, visitó Madrid y el Prado por segunda vez, en 1897. Él mismo donó este cuadro de juventud en el año 1970.

Dos ‘velázquez’ pintados por Goya y Picasso que por primera vez están juntos gracias al Museo Picasso y la Biblioteca Nacional.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

José Ángel Montañés
Redactor de Cultura de EL PAÍS en Cataluña, donde hace el seguimiento de los temas de Arte y Patrimonio. Es licenciado en Prehistoria e Historia Antigua y diplomado en Restauración de Bienes Culturales y autor de libros como 'El niño secreto de los Dalí', publicado en 2020.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_