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El planeta música en una escuela

Berklee College de Valencia inaugura un curso con alma multicultural y cuerpo profesional, con alumnos capaces de bordar un concierto el primer día

Brown, con estudiantes de Berklee College en la inauguración del curso en Valencia.
Brown, con estudiantes de Berklee College en la inauguración del curso en Valencia.KAI FÖRSTERLING (EFE)

Estudiantes de varias nacionalidades ofrecieron ayer un pequeño concierto casi tan diverso como su procedencia en la sede que el Berklee College de Boston tiene en el Palau de les Arts. Una combinación de flamenco, música latina o magrebí, bossa, y otras referencias étnicas, precedida por una versión de So what de Miles Davis en clave de jazz, blues, rock y hip-hop. La interpretación sorprendió a propios y extraños, porque no era una promoción saliente, sino entrante. “Estoy emocionado, sólo llevan una semana aquí, no quiero pensar qué harán en un mes o un año”, confesaba el músico y académico Brian Cole, decano de la institución. El titular de la Generalitat, Alberto Fabra, que presidió el acto académico arropado por tres consejeros, algo inusual, bromeó con un “yo quiero estar en la fiesta de fin de curso”.

El saxofonista valenciano Perico Sambeat, uno de los 24 profesores de la escuela bostoniana en Valencia, departía tras la ceremonia inaugural con docentes y alumnos. “El curso pasado tenía gente de todo el mundo, pero no tan diversa como este”, aseguraba Sambeat poco antes de hablar con una alumna india, venida de una cultura musical muy distinta. “Es enriquecedor también para nosotros”, apostillaba este músico que enfoca la enseñanza hacia la improvisación. Hay profesores españoles, de Amsterdam, Londres, ciudades francesas, algunos de Boston. Y alumnos de 25 nacionalidades, siete de ellos españoles. “Queremos”, señala Cole, “un campus con sabor multicultural, fusión de estilos, géneros, pensamientos, ideas, idiomas”.

Cine, televisión

Por algo matizaba Roger H. Brown, presidente de Berklee College of Music, que éste “no es un conservatorio, es un laboratorio”. Los másteres que ayer inauguró el centro en el Palau de les Arts señalaban por dónde van los tiros en la formación musical de postgrado actual y globalizada. El alma está en las músicas del mundo, en la fusión multicultural. Y el cuerpo, en un futuro profesional orientado no sólo a la interpretación de música contemporánea, sino también a la gestión del ocio y la cultura, y a la industria audiovisual. De eso van los tres másteres, dos de ellos adscritos a la Universidad Politécnica, con la que Berklee se estrena en la enseñanza de postgrado. “Se estudia composición para cualquier medio, televisión, cine o videojuegos”, explica Cole. Y es que “el mercado para compositores de videojuegos es increíble”. El decano deja claro que quieren “buenos programas pero que sean relevantes para el mercado y las salidas profesionales”. Con el máster de gestión, los alumnos han de poder “crear sus propias compañías o festivales, no sólo en la música, sino en todos los ámbitos del entretenimiento y en cualquier país”. A los estudiantes de máster, la matrícula les supone 24.500 euros, pero muchos de ellos están becados. Con los del programa Global Studies, suman los 109 alumnos a tiempo completo del curso actual. A la mayoría se les podrá ver la serie de conciertos Berklee presents, avanza Cole, con artistas visitantes que imparten master classes y conciertos con estudiantes, “cada dos o tres semanas”.

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