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CRÍTICA | TEATRO
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

De los púdines al impudor

'Noies de calendari' se acaba de instalar en el Poliorama con un plantel de estupendas actrices maduras

Una escena de Noies de calendari que se puede ver en el Poliorama.
Una escena de Noies de calendari que se puede ver en el Poliorama.

A finales de la década de 1990 un grupo de mujeres inglesas entradas en años y algunas incluso en carnes decidieron posar desnudas para un calendario benéfico. Vivían en un pueblecito de Yorkshire y formaban parte de una de esas asociaciones de mujeres que ofrecen talleres varios, todos muy ladylike. El marido de una de ellas enfermó de leucemia y murió, y las mujeres quisieron rendirle homenaje con el calendario en cuestión y conseguir con su venta dinero suficiente para comprar un sofá para la sala de espera del hospital. La prensa se hizo eco de la noticia, ellas recaudaron mucho más de lo previsto y su historia saltó a la gran pantalla unos años después (Calendar Girls). El mismo guionista del filme se encargaría en 2008 de la adaptación teatral del guión.

Noies de calendari

De Tim Firth. Adaptación: Marc Rosich Dirección: Antonio Calvo. Intérpretes principales:  Anna Azcona, Eva Barceló, Imma Colomer, Maife Gil, Isabel Rocatti, Catalina Solivellas, Teresa Vallicrosa. Escenografía: Sebastià Brosa. Vestuario: Míriam Compte. Iluminación: Kiko Planas. Música: Joan Vives. Teatro Poliorama. Barcelona, 14 de septiembre.

Noies de calendari se acaba de instalar en el Poliorama con un plantel de estupendas actrices maduras, un colectivo para el que no suele haber muchos papeles de lucimiento como señalan el dramaturgo Marc Rosich, responsable de la adaptación al catalán, y Antonio Calvo, director del montaje. Aquí no solo se lucen, y vaya si lo hacen, aunque las partes de su anatomía que quedan al alcance del espectador no sean de compromiso, sino que además han hecho su propio calendario, de venta en el hall del teatro y cuya recaudación va a parar a una fundación contra la leucemia.

Todo son buenas causas. Lástima que el conjunto sea tan cursi y se haga tan largo. Ya nos imaginamos que una historia de amistad, solidaridad y superación que cuenta con elementos trágicos ha de tener su parte emotiva. También la tenía otra gran historia, geográficamente cercana a esta, aunque de ficción y que viene a ser su alternativa masculina, y me refiero a The Full Monty, y, sin embargo, no era tan empalagosa.

La diferencia diría que está en el humor, que lo recuerdo más negro y menos ñoño en la historia de los strippers, y mejor dosificado. En Noies de calendari hay escenas enteras que solo sirven para ahondar en la desgracia de las protagonistas y que escénicamente no acaban de estar bien resueltas. Puede que la estructura cinematográfica pese aún demasiado. Con todo, el trabajo de nuestras chicas es estupendo. Me quedo con el de Imma Colomer y su composición de Jessie, por ser la más irónica.

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