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IOSU ZABALA | Rector de Mondragon Unibertsitatea

“Hay que anticiparse a la formación futura de los jóvenes”

“Respondemos a las necesidades de la sociedad siempre que haya demanda”, afirma el ingeniero guipuzcoano

Iosu Zabala, en su despacho en la sede de Mondragon Unibertsitatea.
Iosu Zabala, en su despacho en la sede de Mondragon Unibertsitatea.JAVIER HERNÁNDEZ

Iosu Zabala, rector de Mondragon Unibertsitatea, detalla los principales retos del nuevo curso que hoy abre oficialmente la universidad privada, gestionada como una cooperativa y vinculada directamente a la empresa, donde se forman unos 5.000 alumnos.

Pregunta. ¿Con qué ánimo arranca el nuevo curso Mondragon Unibertsitatea?

Respuesta. Con satisfacción. Para empezar, ya hemos dado la primera vuelta desde la implantación del Plan Bolonia. El primer ciclo de cuatro años en seis títulos de Ingeniería ya está terminado y la valoración es muy positiva. Cuando hicimos la adaptación al nuevo modelo formativo no fue por decreto, sino por convencimiento, porque habíamos empezado en esta línea mucho antes. Nos pusimos objetivos muy importantes es cuanto a tasas de éxito. En Ingenierías hemos conseguido, manteniendo la exigencia y trabajando mucho más, como dicen alumnos y profesores, que los resultados hayan mejorado de una manera brutal.

P. ¿Cuáles son las novedades para este curso?

R. Arrancamos la carrera de Comunicación Audiovisual en un sitio nuevo, en Aretxabaleta. De esta forma, en todos los municipios de más de 10.000 habitantes del Alto Deba hay una facultad. Ese concepto de vertebración de la universidad en el territorio siempre nos ha inspirado. Hemos nacido y crecido en el meollo del corazón de Euskadi sin ser capitales y nos hemos desarrollado siempre en paralelo con las empresas y Administraciones de cada localidad.

Perfil

Iosu Zabala (San Sebastián, 1952) cursó Ingeniería Técnica en Mecánica en su ciudad natal y prosiguió sus estudios en Toulouse. Se incorporó al centro de investigación Ikerlan en Mondragón como responsable de la dirección del equipo de Robótica. Entre 1978 y 1986, dirigió el desarrollo de los primeros robots industriales de fabricación española. Pasó por Fagor Electrodomésticos como gerente de negocio. Desde 2006 es rector de Mondragon Unibertsitatea. Le apasiona la música.

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P. Se está apostando por la innovación a través de titulaciones como la de Liderazgo Emprendedor e Innovación.

R. Está siendo un éxito enorme. Un título así no existe en otros lugares. Suena raro, pero fue una apuesta muy grande hace cuatro años. Este título sonaba cuando estaba Bolonia sin arrancar. La gente del Ministerio de Educación lo ponía como ejemplo de innovación en el mundo universitario. Ese clamor de que hay que emprender, pero ¿dónde se forman los emprendedores? Este título supone hacer emprendedores desde el primer día, gente que su vocación no es ser ingeniero, pero tiene ilusión de hacer cosas, de atreverse y aprender a trabajar en equipo. Desde el primer día generan una empresa que factura, tiene presupuestos, trabaja con clientes. Se habla de leinners y espero que dentro de unos años sea tan popular como decir abogados.

P. ¿Estamos ante titulaciones a demanda de la sociedad?

R. Nosotros sí, siempre. El enfoque de Mondragon Unibertsitatea no es tanto si nos gusta esto o queremos investigar lo otro. Siempre que vemos una necesidad respondemos. Eso sí, tiene que ser sostenible, que haya demanda. No tenemos interés de generar paro; interesa que nuestra gente se coloque. Intentamos en todas las titulaciones que la base sea aprender haciendo, enseñarles a resolver problemas. Dentro del Plan Estratégico, uno de nuestros objetivos es ser pioneros en modelos pedagógicos. No es un capricho que los alumnos que salgan se muevan bien en la sociedad donde se van a integrar.

P. ¿Cuál es la clave de la universidad cooperativa?

R. Que estamos implicados; somos trabajadores y propietarios. No somos una universidad pública. El tema de la sostenibilidad nos lo tenemos que ganar. Las carreras universitarias, la formación continua y la investigación, todo este conjunto tiene que ser sostenible. No tiene que haber pérdidas, porque si no, nos quitamos el dinero y eso duele mucho. Nos exigimos mucho; si no damos a las empresas lo que necesitan o no atraemos a la universidad a alumnos o la investigación que hemos estado haciendo nadie nos la pide, algo hemos estado haciendo mal. Si esto repercute en la cuenta de explotación algún decano, que también igual es gerente de una cooperativa, es que lo estará haciendo mal y tenemos un control social interno muy potente. Tenemos que hacer que seamos sostenibles en todo lo que hacemos y al mismo tiempo cumplir con nuestra misión, que es formar chicos y chicas preparados para que se integren de una manera natural pero efectiva en el mercado laboral. Serán los que manejen la sociedad. No nos podemos permitir generaciones perdidas.

Vertebrar la universidad en el territorio siempre nos ha inspirado”

P. En ocasiones será difícil ponerse de acuerdo.

R. En nuestra empresa poner una idea en marcha no es fácil. Al ser cooperativa tenemos que hablar, discutir y convencernos. En muchas titulaciones innovadoras ha habido que buscar referencias y no siempre es fácil. En el caso de la titulación en Liderazgo Emprendedor e Innovación nos fijamos en Finlandia, donde existía esta formación desde 1993.

P. ¿Esa vinculación directa con las demandas de las empresas se acentúa ahora con la crisis económica?

R. Es nuestra esencia. Es una apuesta inequívoca por colaborar con el tejido empresarial para hacer que las empresas sean más competitivas. Para que haya Estado de bienestar tiene que haber empresas competitivas que den empleo, sostenibles y competitivas en el mundo. Este es un reto importante y estamos totalmente comprometidos desarrollando y mejorando el producto de las empresas. Tenemos que tener empresas nuevas, otras reconvertidas y para eso hace falta gente bien formada.

P. ¿La universidad debe anticiparse a las necesidades futuras de la sociedad?

R. Por supuesto. Estamos alertas y en proceso de cambio constante. Uno de los retos es identificar cómo va a ser el modelo educativo de 2020, cómo vamos a formar a los alumnos dentro de ocho años. El concepto del tutor será otro: un guía que les ayudará en su búsqueda, porque el conocimiento ya está disponible. Hay que anticiparse a la formación futura de los jóvenes.

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