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Carga fiscal a las empresas que ganen y no creen empleo

Patxi López actualiza su oferta de un pacto contra la crisis

Patxi López, durante su discurso en Bilbao.
Patxi López, durante su discurso en Bilbao.LUIS TEJIDO (EFE)

En plena efervescencia mediática por la explosión soberanista de Cataluña, de fácil acomodo en Euskadi, el lehendakari, Patxi López eligió, sin embargo, un guión propio para estrenar la temporada, en Bilbao, de los desayunos del Fórum Europa-Tribuna Euskadi. Y habló de economía porque, dijo, es la auténtica preocupación social.

En este contexto, ajustándose claro al actual al período electoral, el candidato socialista a la reelección en las autonómicas del 21-O desgranó nuevos aspectos en materia fiscal. Desde una posición ideológica que busca ilusionar a cuantos simpatizantes del PSE-EE vienen dando la espalda al partido en las urnas, López se afanó en recuperar los valores de la socialdemocracia. Así, como marco general de una fiscalidad “más justa y más equitativa” y para que “dejen de pagar y de hacer esfuerzos siempre los mismos”, el lehendakari plantea un pacto “en Euskadi y para toda Euskadi”, evitando, eso sí, el actual “puzzle” de desigualdad territorial.

De momento, todas las medidas fiscales que figurarán en el programa electoral de los socialistas vascos tendrán un carácter de aplicación “inmediato”, pero acotadas a un plazo de “tres años para hacer frente a la crisis”. Ya lo dijo el miércoles cuando propuso elevar al 60% el IRPF a sueldos superiores a los 120.000 euros. Ayer, ante un numeroso auditorio donde con los dedos de una mano se contaban todos los nacionalistas, miró al sector productivo para proponer dos medidas impositivas. De un lado, transformar el Impuesto de Sociedades en un impuesto sobre beneficios empresariales, con una reducción del tipo al 18 % para empresas con menos de 25 trabajadores y, de otro, el aumento de tres puntos para las firmas con beneficios superiores a los dos millones que no reinviertan, para destinarlo a la creación de empleo.

Rebajará al 18% el impuesto a firmas que se esfuerzen por nuevos puestos

En el primer caso se asiste a un nuevo concepto desde el PSE-EE ya que pretende convertir el Impuesto de Sociedades en una tasa “sobre beneficios empresariales” con el propósito de que sigan haciendo un esfuerzo “mayor si cabe para mantener los puestos de trabajo crear otros nuevos”, explicó. El candidato socialista tiene claro que “todos los recursos recaudados por impuestos serán devueltos por el crecimiento y la creación de empleo”.

Sin duda, la creación de empleo — “no voy a renunciar nunca a la contratación directa de personas en desempleo”, dijo— fue recurrente en el discurso que López desgranó exclusivamente en castellano, salvo el saludo inicial en euskera, y en el que nunca desaprovechó la ocasión de poner en cuestión los hostiles comportamientos del PNV, su rival directo.

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El lehendakari ha sufrido tantas embestidas desde la Diputación de Bizkaia y desde el partido jeltzale, que no puede reprimirse al conocer cómo ahora Iñigo Urkullu o José Luis Bilbao abrazan la idea de la reforma fiscal, a la que se vienen oponiendo toda la legislatura. Eso sí, les pidió que “aclaren por qué hoy sí es necesario y ayer no... o tenemos que concluir que efectivamente lo único que han pretendido era intentar ahogar al gobierno, que no pudiéramos tener recursos para intervenir en la economía real”.

Reclama a Bizkaia y al PNV que aclaren por qué ahora dicen sí a la reforma fiscal

Para López, la reforma fiscal es consustancial a su política social y mucho más en los actuales tiempos de crisis en los que, denunció, “algunos están aprovechando para desmantelar los servicios públicos y el estado de bienestar”, en clara alusión al Gobierno del PP. De ahí que para armonizar una acción concertada que active la economía y genere empleo, el lehendakari volviera a actualizar su eterno llamamiento a un “gran acuerdo” entre instituciones, empresarios y trabajadores, que hasta ahora ha caído en saco roto.

Pero López volverá a insistir para seguir proyectando una imagen de compromiso y, de paso, poner en valor la gestión de su Gobierno vasco, de la que se siente notablemente satisfecho. Consciente de las dificultades presupuestarias por las que ha atravesado, el líder socialista, que volvió a subrayar la importancia de haber serenado la convivencia política en un escenario de paz, aseguró que sus resultados son “mejores que los de nuestros predecesores” y está dispuesto a demostrarlo.

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