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Roca, tan íntimo como público

El dibujante valenciano abre en el Muvim su primera exposición antológica Exhibe desde la obra internacional a sus libretas inéditas

Paco Roca, ayer, en la exposición retrospectiva de su obra que se ha inaugurado en el Muvim.
Paco Roca, ayer, en la exposición retrospectiva de su obra que se ha inaugurado en el Muvim.CARLES FRANCESC

Paco Roca (Valencia, 1969) es un personaje famoso en el que lo público y lo privado parecen llevarse muy bien. De hecho, es sabido que trabaja en pijama, como queda patente en sus Memorias de un hombre en pijama. Por si quedaba alguna duda, la presentación de su exposición antológica en el Museo de la Ilustración y al Modernidad (Muvim) la hizo ataviado con esta prenda de andar por casa. E incluso consiguió que al final de la rueda de prensa se la enfundaran también María Jesús Puchalt, diputada provincial de Cultura, que destacó “la sencillez y ausencia de vanidad del artista” y Joan Gregori, director del museo que abre con esta muestra “un ciclo nuevo basado en la ilustración gráfica”. MacDiego, diseñador y comisario, ya se había travestido antes, tras resistirse por un instante a hacerlo.

“Cuando me manda un whatsApp desde California, me emociona”, confiesa el diseñador, que es también su amigo. Ambos han colaborado, por ejemplo, en la adaptación escultórica de la silueta de Picasso para comunicar la colección de Bancaja sobre el legendario pintor malagueño, fácil de ver integrada en el paisaje urbano de alguna de nuestras ciudades. “Cualquier cosa que hace Paco se traduce a varios idiomas”, subraya MacDiego, para justificar una expresión razonable: “Es el personaje de moda”.

Ciertamente, es el creador que pasó por la izquierda a Almodóvar en el goya al mejor guión adaptado y se llevó además la estatuilla de mejor largometraje de animación, entre otros premios de aquí y allá. Arrugas ya está traducido a siete idiomas, como puede comprobarse en la muestra recién inaugurada, y “está a punto de editarse en Corea”, agrega el autor. ¿Qué pasa con la fama?, le preguntan. “El éxito te ayuda a vender si trabajas”, dice, pero al mismo tiempo “no te permite trabajar”, con lo cual se convierte “en un círculo del que es difícil de salir”.

A pesar de ese lastre, prepara una exposición sobre los Borja, una nueva novela gráfica sobre un grupo de exiliados de la Guerra Civil y la adaptación cinematográfica de Memorias de un hombre... Sobre todo lo que precede a estos proyectos va la exposición El dibujante ambulante, que recibe al visitante con un ninot de Roca en pijama a la puerta y sigue con a un muestrario de toda su obra.

Se exhiben más de 200 piezas entre las que hay bocetos, publicaciones, retratos, ilustraciones, cómics, trabajos en prensa y, por primera vez, los cuadernos de viajes que siempre le ha dado “pudor” sacar y que constituyen “la única parte hecha por el placer de dibujar”. De hecho, dijo, “no hay nada más íntimo que esto”. La muestra, entretenida y exhaustiva, al igual que el catálogo, está a la altura de un autor que ha devuelto a algunos profesionales “la confianza en este medio de expresión”, en palabras del consagrado Sento Llobell.

 

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