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Reabre el Teatro Akademia con ‘Lástima que sea una puta’

La polémica obra de John Ford, un contemporáneo de William Shakespeare, aborda el tema del incesto

Una escena de Lástima que sea una puta, de la compañía La Pell.
Una escena de Lástima que sea una puta, de la compañía La Pell.

“Seguimos pensando igual que en el siglo XVII”. Así lo cree Anna Estrada, directora de Lástima que sea una puta, una obra que cuenta la historia de dos hermanos que se dejan arrastrar por la pasión que sienten el uno por el otro y protagonizan una historia de amor poco convencional. La obra original, escrita por el dramaturgo y escritor John Ford, fue estrenada por primera vez en 1663 y se considera una de las más controvertidas de la literatura inglesa. Cuatro siglos después, el tema del incesto vuelve a cuestionar el peso de la sociedad en la toma de decisiones individuales, por primera vez en catalán, en el teatro Akademia.

Además de la ruptura de la estructura en actos y de la adaptación del lenguaje (no es en verso, pero si elevado), la obra de la compañía La Pell se diferencia de la escrita por Ford por su expresión a través de la percepción. “Trabajamos con el sentido del tacto, la exploración y el desarrollo de los recursos sensoriales de la piel y los efectos que producen en la disponibilidad del actor en escena”, explica Estrada.

Con traducción de Josep M. Figueras y dramaturgia de Lluís Soler, Lástima que sea una puta pretende acercar la obra a la sociedad actual, por lo que tanto la escenografía como el vestuario son atemporales, una mezcla de elementos modernos y otros que remiten al siglo XVII. Los colores piel y rojo son protagonistas en el escenario.

La música, a cargo de Xavier Bonfill, Cels Monotron Campos y Àlex Rodríguez, fue compuesta especialmente para el montaje y según Estrada, es un personaje más de la obra que interactúa a la par de los actores, además de usarse como recurso para contar la historia. “Es la que genera el ambiente y la atmósfera en cada momento de la obra”, señala. Se pretende, además, que funcione de forma similar a una banda sonora de película en directo, por lo que a veces se juega con la improvisación.

Para Estrada, aunque en la sociedad actual la religión no tenga el peso que tenía en el siglo XVII, los prejuicios sociales con respecto al incesto siguen tan vigentes como en la época en que Ford, contemporáneo de William Shakespeare, estrenó su obra por primera vez. El espectáculo de la compañía La Pell pretende hacer una llamada a la reflexión individual sobre este espinoso asunto. “Nos creemos muy modernos porque hablamos de sexualidad con naturalidad, pero seguimos estando muy contaminados por una supuesta moral colectiva. Si dos personas se quieren, nadie ni nada debería tener el derecho de impedirlo”, afirma Estrada.

Lástima que sea una puta se estrenará el próximo jueves y servirá para inaugurar la nueva etapa del Teatro Akademia, que renueva sus funciones después de haber cerrado hace más de dos años, debido a problemas técnicos derivados de la construcción de un aparcamiento en el edificio.

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