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10.000 firmas contra el parque eólico marino

El proyecto Zèfir frente a l'Ametlla de Mar causa gran rechazo en la población

Zona de la costa frente a l'Ametlla de Mar donde se instalarán los molinos
Zona de la costa frente a l'Ametlla de Mar donde se instalarán los molinosjosep lluis sellart

El proyecto Zèfir, que prevé instalar una plataforma de ensayo de energía eólica frente a la costa de l'Ametlla de Mar (Baix Ebre, Tarragona), causa un fuerte rechazo en el municipio. Tanto es así que numerosos vecinos de la localidad han decidido unirse y crear la Coordinadora AntiParque Eólico. Tras una intensa campaña, han recabado firmas durante todo el verano y según aseguran desde esta entidad ya tienen alrededor de 10.000 rúbricas condenando la infraestructura que posiblemente se instalará en l'Ametlla de Mar.

“En el pueblo somos menos habitantes, pero en verano los turistas y la gente que tiene segunda residencia han firmado, tenemos listas en muchos puntos, las pescaderías son las que más firmas recogen”, explica Mayte Puell, portavoz de la Coordinadora. El proyecto Zèfir, impulsado por el Instituto de Investigación en Energía Eólica de Cataluña (IREC), tiene el apoyo de la Generalitat y se convertiría en un parque eólico marino puntero en España, con el posible apoyo de fondos europeos.

Si finalmente se lleva a cabo, en un primer momento se instalarán frente a la urbanización Les Tres Cales y Cala Nova, a tres kilómetros de la costa, cuatro aerogeneradores anclados a 45 metros de profundidad. Cada molino sobresaldrá 195 metros del nivel del agua, sus aspas medirán 75 metros y tendrán un a potencia de 20 MW. En una segunda fase se instalarán hasta ocho molinos flotantes más a 20 kilómetros mar adentro, con el doble de potencia que los primeros. Esta segunda etapa es la más relevante desde el punto de vista de investigación porque al estar alejados de la costa se anula el impacto y mitigarían las protestas que han generado proyectos similares, como los del litoral de Cádiz.

El ejecutivo catalán anunció el plan para instalarlo el 23 de diciembre del 2011 y el Parlament, a finales de marzo, aprobó una moción impulsada por CiU defendiendo el proyecto Zèfir. Sin embargo, en el texto también se especificaba la necesidad de buscar consenso con las administraciones locales afectadas, en clara alusión al ayuntamiento de l'Ametlla de Mar, pues el consistorio no tiene competencias mar adentro.

Además, el Ayuntamiento, gobernado por CiU, desde un primer momento rechazó instalar un parque eólico marino en el municipio y el pleno de esta administración local aprobó por unanimidad una moción en contra del proyecto Zèfir. “Hay cosas que no tienen precio y yo trabajo para el pueblo de L'Ametlla de Mar. Espero que la Generalitat reconsidere su posición”, dijo entonces el alcalde del municipio, el convergente Andreu Martí, argumentando que la infraestructura afectará a los dos pilares de la localidad: el turismo y la pesca. Además, Martí incluyó la posibilidad de realizar una consulta popular si el proyecto sigue adelante.

Tanto el consistorio como la Coordinadora AntiParque Eólico presentaron alegaciones al proyecto Zèfir, las cuales se resolverán en las próximas semanas. La Coordinadora AntiParque Eólico, formada por vecinos, empresarios y pescadores del municipio, sostiene que las aves pueden impactar contra los molinos y que estos dañarán el fondo marino.

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También critican el posible ruido del parque, el descenso de las capturas de peces y que el cableado de la instalación se conecte con la cercana central nuclear de Vandellòs. Puell asegura que tras el parón estival retomarán este mes con fuerza las reuniones de la Coordinadora y las iniciativas para frenar el proyecto Zèfir.

En paralelo, el Ayuntamiento encargó un informe socioeconómico al Institut Cerdà. El estudio, presentado este verano, concluye que el parque eólico marino sería una “oportunidad” para l'Ametlla de Mar. Según el texto, la infraestructura dejaría en la localidad entre 1,5 y 3 millones de euros anuales durante 20 años de vida útil del parque.

El PIB de la localidad escalaría dos puntos porcentuales. Fuentes del Consistorio argumentan ahora que este mes iniciarán una “reflexión conjunta” con todos los colectivos del municipio para acercar posturas y decidir si finalmente acogen el proyecto Zèfir o batallan para rechazarlo. Sin embargo, desde la Coordinadora AntiParque Eólico aseguran que su opinión no cambiará.

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