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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Gestionando la información

"En el mundo en que vivimos, la información, la que se genera día a día y la que queda almacenada como calco documental, lo es todo"

Recientemente hemos conocido que el ERE que se ha planteado en la Radiotelevisión Pública Valenciana afecta a la plantilla de documentalistas del organismo. Se trata de una hecho previsible y hasta comprensible, atendiendo al contexto de presión económica en el que se encuentra la Comunidad Valenciana y que todos conocemos.

Con esta reducción de plantilla, el número de archivistas y documentalistas que quedará al cargo del fondo documental que se ha ido generando en todo este tiempo en RTVV quedará incluso por debajo de la plantilla que se dotó en sus inicios.

No sabemos, y hay que admitir que es complicado saberlo, si la plantilla que va a quedar será suficiente. Tampoco sabemos, al menos desde fuera, si la plantilla actual estaba sobredimensionada. Pero hay algo que si sabemos y que estamos obligados a advertir: existe la obligación legal y moral por parte de un organismo público de preservar y proteger el patrimonio documental. No es una opción el contemplar su abandono por desatención.

La UNESCO, en el marco del proyecto Memoria del Mundo, advierte del peligro sobre el fondo documental de “deterioro gradual que puede deberse a la ignorancia o a la negligencia que hacen que no se le provea del cuidado básico, ni se almacene o proteja debidamente”. Se trata ésta de una labor que desempeñan de manera eficiente los profesionales titulados en Documentación y que cualquier organismo tiene la obligación de realizar. Más si cabe, las entidades públicas.

Existen otras necesidades asociadas a la gestión del patrimonio documental. La adecuada conservación y protección a efectos de cumplimiento de la LOPD (Ley Orgánica de Protección de Datos) es un ejemplo. Máxime cuando la mayor parte de las fuentes se han generado públicamente, extrayendo imágenes y documentos del mundo que nos rodea, incluso en momentos en que el derecho a la privacidad no estaba debidamente regulado. Los profesionales encargados de gestionar este patrimonio son la garantía del cumplimiento de las leyes y normativas vigentes.

En el mundo en que vivimos, la información, la que se genera día a día y la que queda almacenada como calco documental del paso del tiempo, lo es todo. Su adecuada gestión y mantenimiento permite a una organización tener referentes, ser considerada y posicionarse competitivamente en la sociedad a través de servicios como los podcasts o la televisión a la carta. Basta ver la gestión que realizan entidades como la BBC. Su fondo documental permite editar noticias, recuperar imágenes o generar nuevos programas, al tiempo que supone en sí mismo un valor disponible para la sociedad a la que sirve como entidad pública, siendo por ello reconocida mundialmente.

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Resulta indispensable, sobre todo en época de premuras, dimensionar de manera eficiente y adecuada los recursos asociados a los servicios. La gestión del fondo documental, y en definitiva de la información, por parte de una entidad pública es un encargo que la misma sociedad nos hace. No lo menospreciemos.

Eduardo Vendrell es director de la ETS d'Enginyeria Informàtica. Universitat Politècnica de València

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